He aqui el dilema que se nos presenta con frecuencia. Por un lado queremos divertirnos y pasarlo bien pero por otro, sabemos que hay cosas que tenemos que hacer aunque a veces no nos agraden demasiado. Durante todo este tiempo, hemos estado compaginando ambas caras de la moneda: yendo a clase, estudiando algo, pero también viajando y disfrutando al máximo del tiempo en Bélgica.
Pues bien, ya ha llegado la hora de posicionarse en un extremo de la balanza, ahora toca remangarse hasta los codos y trabajar. A muchos nos habían prometido que este trance sería fácil, pero nada comparado con lo que nos hemos encontrado al llegar que, sin ánimo de asustar, ha sido más duro de lo que esperábamos.
Pese a ello, hay que estar contentos porque estamos aprendiendo muchísimo, mucho más de lo que lo hubiéramos hecho si nos lo hubieran puesto fácil, y al fin al cabo, como me ha recordado hoy un amigo, a eso hemos venido, a aprender. Aprender que no significa aprobar, eso será otro cantar.
Este mes es mes de exámenes, con lo cual poca actividad se verá por los pubs que solemos visitar los lunes o las discotecas de los jueves. Habrá que esperar hasta final de Enero para poder volver por alli, aunque sea para decir adios, porque a los erasmus de un cuatrimestre ¡se nos acaba el tiempo!
Pero tranquilidad que el mes tiene muchos días que habrá que exprimir al máximo, debatiéndonos como siempre entre los titulares del post de hoy: devoción y obligación, ambas dicotómicas pero complementarias. Porque quizás ahora no podemos viajar o hacer turismo, pero yo pienso y puedo escribir, ver una peli, charlar con amigos, una buena cena… El placer se reduce a pequeñas cosas cuando toca obligarse y el tiempo es escaso, pero y qué, ¡disfruto tanto!
MARÍA
¡Hola a todas y todos! Soy Abel Corsino, estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad Complutense de Madrid y durante los próximos meses vamos a vivir juntos la maravillosa experiencia de adentrarnos en la cultura flamenca. Pretendo mostrar las fascinantes calles por las que paseaban los maestros flamencos y todo su legado, conquistar vuestro paladar con la gastronomía belga, enseñaros los paisajes más recónditos de Limburgo y que os enamoréis, como yo, de cada rincón de esta región.
Me faltan unos días para comenzar esta aventura. Mi primera parada será la ciudad que me acogerá durante estos cinco meses: Hasselt, en Limburgo. Tengo muchísimo cariño a esta provincia porque será en la que pase el mayor tiempo de mi Erasmus y siento que tiene un millón de sitios que merece la pena explorar, pero no me olvidaré de que Amberes tiene maravillas arquitectónicas y de la gran relación que tiene esta ciudad con el arte.
En cuanto a mí, para que me conozcáis un poco más, os puedo decir que soy muy cinéfilo, me encanta perderme por cualquier sitio y soy adicto al hummus. Lo del hummus parece irrelevante, pero de verdad que no puedo subsistir sin hummus. Si queréis saber cómo empezó todo esto y cómo este servidor os está revelando su adicción al hummus, os dejo mi vídeo candidatura para ser Corresponsal Erasmus. Espero que os guste el vídeo y que estéis tan entusiasmados como yo por descubrir Flandes
2 comentarios
¡Cuánta razón tienes! Y que bien escrito……
Un beso y mucho ánimo. ¡ Tu puedes !