La primavera se asoma tímidamente en Flandes, las temperaturas comienzan a subir poco a poco y el sol brilla más de lo habitual. Con este tiempo, la gente se echa a la calle para buscar las terrazas más soleadas o para comer en el césped de la universidad mientras se disfruta de esas agradables horas del mediodía.
Los parques y zonas verdes de Bruselas se vuelven a llenar de público debido a este buen tiempo. Cuando llegué aquí, me sorprendí al ver que la capital Belga está rodeada de bosques y enormes parques que te transportan a un entorno natural incomparable, tan solo a unas cuantas paradas de tranvía o metro. Por ejemplo, uno de mis preferidos es el Bois de la Cambre, en Ixelles. Tiene un gran lago en el medio y cuando hace buen tiempo se pueden alquilar barcas para dar un paseo o para acceder al restaurante que hay en una pequeña isla dentro del lago. Además hay interminables praderas en las que la gente practica cualquier tipo de deporte, o simplemente se sienta a disfrutar del día. Otros, aprovechan los senderos que recorren el bosque para ir en bicicleta por ellos y perderse por la inmensidad de este parque. Y es que no hace falta irse muy lejos para encontrarnos con la naturaleza y pasar un bonito día al aire libre.
Otro parque que me gusta especialmente es el de Woluwe, con sus senderos en cuesta y sus lagos llenos de cisnes. Quizá está más transitado que el Bois de la Cambre y es más pequeño, pero igualmente se respira un ambiente muy agradable. En una zona de este parque hay unas pistas disponibles para practicar futbol o baloncesto. Pero si sois más bien de hacer poco deporte, como yo, estos parques son el lugar ideal para fotografiar sus rincones.
Otras ciudades como Gante o Brujas también tienen parques impresionantes que merece la pena visitar especialmente en estos meses que comienza a hacer mejor tiempo. Como el CitadelPark de Gante, antiguamente diseñado como una ciudadela que desde 1913 es un precioso parque con una gran riqueza botánica. En Brujas, hay que salir un poco de la ciudad para encontrar grandes parques o bosques. Varios ejemplos son el Bos Van Tillegem o el Rijkevelde, con lagos y bonitos edificios escondidos entre la vegetación.
Aquí, en Flandes, ha cambiado mi concepto sobre los parques. Antes, pensaba que cualquier parque aquí sería como en España, con zonas más o menos verdes, juegos para niños y poco más. Pero lo que me he encontrado solo en la ciudad de Bruselas ha cambiado mi idea sobre ellos. Son auténticos bosques, salvajes, frondosos, con senderos por los que perderte y descubrir otra cara de Flandes.
Soy Guillermo García, el nuevo Corresponsal Erasmus durante el segundo cuatrimestre. Tengo el placer de tomar el relevo a María, quién nos ha ido contando sus experiencias desde Septiembre a hasta Febrero. Desde ahora y durante unos meses, iré relatando aquí mis aventuras, viajes y experiencias en la región Flandes. Haré todo lo posible para que las entradas os resulten atractivas, útiles y curiosas para descubrir y visitar todos los rincones de la región de Flandes.
Mi aventura en este país comenzó en Septiembre del 2011, cuando me trasladé a Bruselas para realizar mis estudios de Biología en la Vrije Universiteit Brussel dentro del programa Erasmus. Para los que acabáis de aterrizar aquí, decíos que en Bruselas hay una gran cantidad de ofertas en cuanto al alojamiento, los kots y pisos compartidos son los más populares, pero también hay varias residencias en el centro de la ciudad y en los campus universitarios. A principio del curso, tuve la oportunidad de realizar un curso intensivo de Neerlandés que me sirvió, entre otras cosas, para poder pedir en los bares, como si fuera un local (o intentarlo), y para no perderme en el metro los primeros días. Ahora, ya no me considero un recién llegado, y trataré de contaos curiosidades y todo lo que me llame la atención de las distintas ciudades que visitaré durante estos meses.