Una visita obligada durante estos días en Bruselas es el recorrido por los Invernaderos Reales de Laeken construidos por Alphonse Balat en 1893 a petición del rey Leopoldo II. Es obligada, ya que este asombroso complejo de invernaderos únicamente abre sus puertas dos semanas al año y suele coincidir cuando las plantas están en todo su esplendor. Si todavía no los conoces, tienes de tiempo hasta el 6 de Mayo para visitarlos.
Se trata de un complejo de edificios situados en el Parque del Castillo Real, en Laeken al norte de la ciudad. Es una de las mayores atracciones turísticas de Bruselas y no es para menos. La belleza de los invernaderos asombra, así como la de las plantas que los habitan. Muchas de ellas fueron traídas del Congo y ahora son cuidadosamente conservadas en estos edificios.
La visita a los Invernaderos Reales cuesta 2,5 euros y conviene consultar el horario antes de ir hasta allí en la web de la Casa Real Belga. Mejor que no te lo cuenten: aprovecha un día soleado, coge una cámara de fotos y el tranvía con destino a Laeken.
Soy Guillermo García, el nuevo Corresponsal Erasmus durante el segundo cuatrimestre. Tengo el placer de tomar el relevo a María, quién nos ha ido contando sus experiencias desde Septiembre a hasta Febrero. Desde ahora y durante unos meses, iré relatando aquí mis aventuras, viajes y experiencias en la región Flandes. Haré todo lo posible para que las entradas os resulten atractivas, útiles y curiosas para descubrir y visitar todos los rincones de la región de Flandes.
Mi aventura en este país comenzó en Septiembre del 2011, cuando me trasladé a Bruselas para realizar mis estudios de Biología en la Vrije Universiteit Brussel dentro del programa Erasmus. Para los que acabáis de aterrizar aquí, decíos que en Bruselas hay una gran cantidad de ofertas en cuanto al alojamiento, los kots y pisos compartidos son los más populares, pero también hay varias residencias en el centro de la ciudad y en los campus universitarios. A principio del curso, tuve la oportunidad de realizar un curso intensivo de Neerlandés que me sirvió, entre otras cosas, para poder pedir en los bares, como si fuera un local (o intentarlo), y para no perderme en el metro los primeros días. Ahora, ya no me considero un recién llegado, y trataré de contaos curiosidades y todo lo que me llame la atención de las distintas ciudades que visitaré durante estos meses.