Alrededor de la catedral de Malinas, parece que se concentran todos los lugares más frecuentados por los estudiantes. Ya sean restaurantes, bares con música en directo o el mercadillo del fin de semana animan el centro de esta pequeña pero encantadora ciudad de Flandes.
Si lo que buscas es un sitio para comer algo contundente y rápido, acércate al Hot Potato (De Hete Patat) justo al lado de la Grote Markt. A mi me lo recomendó un amigo que ya lo conocía, pero también puedes encontrar mas info sobre este sitio en el mapa de Use-it de Malinas. Si continúas recto por la calle que te lleva al Hot Potato, te encontrarás con una diminuta placita rodeada de bares y terrazas en la que casi no se puede ni pasar. Allí, en una esquina está el bar más pequeño de la ciudad, y quizá también el mejor escondido, el Borrel Babbel. No te puedes ir sin probar la Carolus o la ginebra típica.
En el lado opuesto a la catedral, tienes una antigua capilla reconvertida en un lugar para los amantes del jazz, el Jazzzolder. Con precio reducido para estudiantes, no solo conciertos sino también jam sessions y mucho de improvisación podrás encontrar en este sitio refugio de los jóvenes músicos Malienses.
Soy Guillermo García, el nuevo Corresponsal Erasmus durante el segundo cuatrimestre. Tengo el placer de tomar el relevo a María, quién nos ha ido contando sus experiencias desde Septiembre a hasta Febrero. Desde ahora y durante unos meses, iré relatando aquí mis aventuras, viajes y experiencias en la región Flandes. Haré todo lo posible para que las entradas os resulten atractivas, útiles y curiosas para descubrir y visitar todos los rincones de la región de Flandes.
Mi aventura en este país comenzó en Septiembre del 2011, cuando me trasladé a Bruselas para realizar mis estudios de Biología en la Vrije Universiteit Brussel dentro del programa Erasmus. Para los que acabáis de aterrizar aquí, decíos que en Bruselas hay una gran cantidad de ofertas en cuanto al alojamiento, los kots y pisos compartidos son los más populares, pero también hay varias residencias en el centro de la ciudad y en los campus universitarios. A principio del curso, tuve la oportunidad de realizar un curso intensivo de Neerlandés que me sirvió, entre otras cosas, para poder pedir en los bares, como si fuera un local (o intentarlo), y para no perderme en el metro los primeros días. Ahora, ya no me considero un recién llegado, y trataré de contaos curiosidades y todo lo que me llame la atención de las distintas ciudades que visitaré durante estos meses.