A los ganteses les encantan las flores, y es por esto que podemos encontrar un mercadillo donde comprar cuantas especies nos vengan a la cabeza.
El mercado se encuentra en la plaza Kouter, más conocida por los estudiantes como “la plaza de los bancos”, ya que es donde están las principales oficinas de bancos como ING, BNP Paribas Fortis, Dexia, Citibank, Belfius, etc… por lo que es bastante concurrida, pues abrirse una cuenta es casi una de las primeras cosas que hay que hacer en Bélgica si se pretende pasar un tiempo mínimamente largo, ya que no en todos sitios aceptan pagos con tarjetas de crédito extranjeras, y las comisiones que te pueden cobrar por sacar dinero del cajero son un tanto aversivas. Pero eso será para otro post…
El mercado de las flores realmente está abierto todos los días de 7 a 13h, pero los días de cada día tan solo encontramos dos stands, por lo que se ve un poquito pobre. Si queremos ver la plaza bien colorida y bulliciosa, el mejor día para ir es sin duda los domingos. Cuando la ciudad se viste de resaca y cierra todas sus tiendas y muchos de sus bares, una de las mejores opciones para disfrutar de Gante es visitar este mercado.
Cuando llegamos a la plaza observamos una escultura de una hoja de árbol ensamblada en metal, así como también diversos gravados en el suelo con la misma temática. Pues bien, eso significa que estamos en el lugar correcto, aquí es donde tiene lugar el mercado.
¿Qué podemos encontrar? Básicamente de todo, desde todas las variedades de orquídeas que te puedas imaginar, lavandas, cactus, margaritas, plantas alimenticias y aromáticas, bulbos para que tú mismo te plantes lo que quieras, hasta, cómo no, guindillas o calabazas. También alguna cosa más un tanto curiosa, pero todo a precios bastante asequibles y razonables.
Pero el comprar algo vegetal no es la única excusa con la que uno puede visitar este mercado, pues una de las recomendaciones para pisar la plaza Kouter un domingo por la mañana es acercarse a alguno de los chiringuitos que montan para la ocasión y degustar un buen café expresso o, aún mejor, una copa de cava con ostras frescas en el Blauwe Kiosk (o kiosko azul) al aire libre. ¡Menudo desayuno!
Por 6’80€ puedes disfrutar de 6 ostras, y si le sumas 4€ más tienes la copita de cava (6’80€ si tu paladar te pide auténtico champagne).
Tras el gran desayuno y el estómago lleno de exquisitez, uno ya puede pararse a mirar detenidamente todas las paradas del mercado y llevarse a casa un buen oxigenador natural, ¡con una bonita sonrisa!
Soy Cristina López, estudiante de último año de psicología en Barcelona y ahora corresponsal de Gante, mi ciudad destino de Erasmus. ¿Mis primeras impresiones de Gante?
Han habido muchísimas cosas aquí que me han llamado la atención, como que en ocasiones un agua te salga más cara que una cerveza, que en las terrazas de algunos restaurantes te pongan mantas por si hace frío, que en todos los lavabos haya papel (incluso en los lavabos portátiles que ponen en los festivales), que a veces tengas que pagar para ir, que duerman con almohadas cuadradas, que sólo se den un beso en la mejilla al saludarse, o su predilección por el picante, ya sea poniéndose pimienta en la sopa o tabasco en los spaghetti.
Gante es una ciudad que combina tradición y progreso. Hoy en día es considerada una ciudad de estudiantes, hay alrededor de 45000, así que eso significa que, además de su belleza y su aire medieval con multitud de construcciones y calles que visitar y recorrer, es una ciudad joven y activa, constantemente en movimiento. Siempre encuentras algo que hacer, algún evento, festival o exposición que te pueda ser de interés.
A lo largo de mi actividad en este blog os iré mostrando todo lo interesante y curioso que viva durante mi estancia Erasmus, de momento espero que esta pequeña introducción os haya picado la curiosidad para seguir visitándonos y, quién sabe, ¡quizás veniros! Así que por si eso sucede, mi primer consejo es que os alquiléis una bicicleta, no es una ciudad muy grande y se puede recorrer a pie fácilmente, ¡pero no hay nada mejor que sentirse un auténtico belga! Y mi primera advertencia si vais en bici es que tengáis mucho cuidado con las vías del tranvía, ¡y más si llueve!