Te huur… tengo esas palabras grabadas en la cabeza…
Si alguien os ha advertido alguna vez que hay que irse de Erasmus preparados y con el alojamiento buscado… ¡HACEDLE CASO! Si lo dejáis todo para última hora los primeros días pueden ser terribles, especialmente si vais a alguna ciudad como Lovaina que se llena, literalmente, de estudiantes. Hay muchísima gente a la vez buscando un lugar para vivir en las semanas previas al comienzo de las clases, y la búsqueda de una habitación, o estudio, o piso, se puede convertir en una gesta como la del santo Grial.
Para empezar, y centrándonos en el caso de Lovaina, los estudiantes belgas (que son la mayoría), aprovechando su cercanía, habrán reservado desde antes del verano la mayor parte de las habitaciones y pisos. Dadas las circunstancias la búsqueda de alojamiento se convertirá en una gincana de llamadas a caseros, citas para ver pisos y decisiones rápidas (“esta habitación no tiene colchón, esta otra está muy lejos, en este piso no hay muebles, este está bien pero es tremendamente caro…”). Os aconsejo recurrir a las páginas web de alquileres y también recorrer la ciudad buscando los carteles:
(Todavía veo el cartel en sueños)
Afortunadamente la Universidad de Lovaina sabe de la dificultad y suele advertir del problema. Si de todas formas os encontráis aquí sin casa la Universidad dispone de un servicio de información (Housing) y ayuda para encontrar alojamiento que funciona muy bien, con acceso a internet y posibilidad de llamar gratuitamente a aquellos lugares que vayáis encontrando. Y además de intentar facilitar la búsqueda de alojamiento todo lo posible ofrece también un servicio de asesoramiento legal y traducción, pues los contratos de alquiler deben hacerse obligatoriamente en flamenco, idioma que muy pocas personas, salvo las autóctonas, controlan. En este servicio os traducirán la copia de vuestro contrato (¡pasaros por este servicio antes de firmarlo!) y os advertirán de posibles fraudes o engaños. No es lo normal, por mi experiencia puedo decir que la gente de aquí es muy legal, pero siempre es mejor cubrirse las espaldas, ¿verdad?
Aprovecho esta ocasión para dar otro consejo: tampoco dejéis para última hora el alojamiento para los primeros días, si habéis decidido buscar piso cuando ya estéis aquí. La avalancha de estudiantes extranjeros que hay hace que los albergues juveniles y hoteles se llenen durante esos primeros días. En mi caso, de hecho, toda la ciudad de Lovaina estaba enteramente ocupada, sin habitación ni siquiera en los hoteles más caros, y fue gracias a la ayuda de una amiga por lo que pude dormir la primera noche en Lovaina bajo techo, pues me acogió en su habitación. Así que no lo olvidéis: ¡sed previsores! Como dicen en mi pueblo: “al por si acaso nunca lo pillaron”.