Esto aparte de ser un lugar precioso, es un lugar magnífico para viajar. Bélgica es un país céntrico en Europa, con una gran riqueza lingüística y cultural, tanto dentro como fuera del país. Tan solo hace falta montarse durante 20 minutos en un tren para escuchar una lengua totalmente diferente o estar traspasando la frontera.
Bélgica es lo que es por la gran afluencia de culturas que ha recibido desde siempre desde el exterior, por esa apertura hacia lo extranjero y esa atractiva mezcla de tradiciones. Con sus tres lenguas (neerlandés, francés y alemán), limita con cuatro países: Holanda, Francia, Luxemburgo y Alemania. Dadas las pequeñas dimensiones de Bélgica, alcanzar cualquiera de esos países no es tarea ardua.
Empezaré hablando sobre los transportes en Gante, ya que es la ciudad en la que estoy y sobre la que hago de corresponsal.
MOVERSE POR GANTE: Aquí el medio de transporte estrella es la bicicleta, sin duda. Sin embargo, para aquellos que no tengan el instrumento de dos ruedas, también encontramos autobuses y tranvías que nos llevan a cualquier punto de la ciudad.
La compañía de estos transportes es De Lijn, la compañía flamenca de transportes que opera tanto en Gante como en Amberes. En Gante tiene las líneas de autobús más cuatro líneas de tranvía, y los billetes sirven para ambos medios de transporte.
En la página web (www.delijn.be) se pueden consultar los precios de los tickets, que pueden ser desde un sólo viaje (de 1’20€ a 2€) hasta la Lijnkaart que te permite hacer un gran número de viajes a mejor precio o el Buzzy Pazz, una oferta para niños y jóvenes de 6 a 24 años que cuenta con viajes ilimitados, tan sólo pagas por el tiempo que quieres que te sea válido (1-12 meses).
No obstante, desde mi punto de vista es innecesario usar con frecuencia estos transportes ya que Gante es una ciudad pequeña en la que se puede ir a cualquier punto a pie en caso de no tener bici. Cuando sí que es útil usar estos transportes es si se lleva mucho equipaje yendo o viniendo de la estación de trenes o del aeropuerto, ya que fácilmente te dejan en la estación principal de Gent Sint-Pieters.
Una de las cosas importantes es que, tanto cuando deseas coger un autobús o un tranvía como cuando deseas bajarte de él, has de avisar. ¿Cómo? Una vez estás dentro y quieres bajar has de pulsar un botón que avisa al conductor, y cuando quieres subir con un simple gesto con la mano es suficiente. Y otra de las cosas importantes es que los tickets salen más baratos si los compras en las máquinas por adelantado que al conductor, excepto en caso de tickets especiales como el Buzzy Pazz.
MOVERSE POR BÉLGICA: Una vez decidimos salir fuera de Gante, a nivel nacional una de las cosas más recomendables y provechosas que podéis hacer es compraros el Go Pass. Esto es un ticket con 10 viajes, con los cuales puedes viajar desde y hasta donde quieras dentro de Bélgica. Es un billete que se puede compartir, con un año de validez y que has de rellenar tú a mano escribiendo la fecha y las estaciones de origen y destino y cuesta 50€, es decir, 5€ por viaje, toda una ganga. Pero a pesar del buen precio, aquí en Bélgica los fines de semana los billetes de tren salen a mitad de precio, por lo que a veces conviene informarse de cuánto sale el billete aparte y guardarse el Go Pass, ya que puede salir por incluso menos de 5€.
La compañía de trenes de aquí es Belgian Rail, y en su página web podéis consultar tanto horarios como precios, destinos, etc (www.belgianrail.be).
Uno de los pícaros consejos que os puedo dar es que NO tratéis de libraros de viajes usando los mágicos bolis que se borran (esos famosos Paper Mate), pues aquí los revisores ya se saben el truco y se miran muy bien los billetes. Así que ya que no tenemos viajes ilimitados, en todo caso lo que podéis hacer es no escribir nada hasta que no veáis al revisor venir a vuestro vagón. De esta forma, si da la casualidad de que no pasa en todo el viaje… ¡os lo ahorráis!
MOVERSE POR EL EXTRANJERO: Como ya he dicho antes, Bélgica tiene el privilegio de, además de tener la capital de Europa, estar situada en el centro y rodeada de otros países importantes. Con una buena red de transporte, ciudades como Ámsterdam, París, Londres, Lille o Colonia están a la vuelta de la esquina.
Empezando por el avión, en Bruselas tenemos dos aeropuertos, el National y el de Charleroi. Éste último, pese a estar más retirado, cuenta con compañías low-cost como Ryanair, con precios asequibles.
Pero para moverse por los países vecinos casi es mejor ir por vía o carretera. La misma compañía de trenes que opera en Bélgica hace también trayectos hacia el extranjero (http://www.b-europe.com/Travel), sin embargo, aunque no está mal de precio y es más rápido, yo lo que he probado han sido los autobuses de Eurolines.
Estos autobuses son muy baratos, ya que tienen ofertas como por ejemplo trayectos a Amsterdam, París o Londres por 9€ si reservas los tickets con 15 días de antelación, y partiendo de la estación de Bruselas se tardan aproximadamente unas 4h, por lo que tampoco se hace un viaje muy pesado y es mucho más económico. Para más información podéis consultar la web: www.eurolines.be
También Megabus, una compañía británica, tiene muy buenas ofertas: http://www.megabus.com/
Para los impacientes que no les importe sacrificar un poco más de dinero por un poco de comodidad, también podemos viajar con Eurostar a Londres (www.eurostar.com), una compañía de trenes muy rápida, aunque el precio por trayecto no baja de los 30€; Thalys para ir a París (http://www.thalys.com/be/en); o TGV donde, a pesar de ser caro, a veces se encuentran ofertas interesantes (http://www.tgv-europe.be/en/?rfrr=HomePage_body_belgium).
Si estáis preparando algún viaje y sois bastantes personas, otro detalle importante es que existen descuentos por viajar en grupo, por lo que podéis conseguir alguno de los tickets gratis o reducir el importe de cada ticket. Para más información tenéis que consultarlo con la compañía con la que vayáis a viajar, ya que cada una tiene sus propias condiciones.
¡Y ahora a descubrir mundo!
Soy Cristina López, estudiante de último año de psicología en Barcelona y ahora corresponsal de Gante, mi ciudad destino de Erasmus. ¿Mis primeras impresiones de Gante?
Han habido muchísimas cosas aquí que me han llamado la atención, como que en ocasiones un agua te salga más cara que una cerveza, que en las terrazas de algunos restaurantes te pongan mantas por si hace frío, que en todos los lavabos haya papel (incluso en los lavabos portátiles que ponen en los festivales), que a veces tengas que pagar para ir, que duerman con almohadas cuadradas, que sólo se den un beso en la mejilla al saludarse, o su predilección por el picante, ya sea poniéndose pimienta en la sopa o tabasco en los spaghetti.
Gante es una ciudad que combina tradición y progreso. Hoy en día es considerada una ciudad de estudiantes, hay alrededor de 45000, así que eso significa que, además de su belleza y su aire medieval con multitud de construcciones y calles que visitar y recorrer, es una ciudad joven y activa, constantemente en movimiento. Siempre encuentras algo que hacer, algún evento, festival o exposición que te pueda ser de interés.
A lo largo de mi actividad en este blog os iré mostrando todo lo interesante y curioso que viva durante mi estancia Erasmus, de momento espero que esta pequeña introducción os haya picado la curiosidad para seguir visitándonos y, quién sabe, ¡quizás veniros! Así que por si eso sucede, mi primer consejo es que os alquiléis una bicicleta, no es una ciudad muy grande y se puede recorrer a pie fácilmente, ¡pero no hay nada mejor que sentirse un auténtico belga! Y mi primera advertencia si vais en bici es que tengáis mucho cuidado con las vías del tranvía, ¡y más si llueve!