En estos días, el carnaval está muy presente, hay fiestas de disfraces y desfiles por todas partes, sin embargo, hay uno en flandes que destaca por encima de los demás. Se trata del Carnaval de Aalst, el cual está declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Esta festividad tradicional de 600 años de antigüedad se celebra cada año, y durante tres días, las calles se llenan de gente, fiesta, música y color. Todo el mundo va disfrazado, formando parte de los constantes desfiles o como meros espectadores. Lo que más caracteriza esta festividad es la sátira, ya que los disfraces y carrozas están inspirados en políticos o cosas que van mal en la sociedad, burlándose de ello en una actitud y ambiente festivo.
Este año, el carnaval se celebra del 3 al 5 de marzo. Yo fui el domingo, y ya en el tren de camino a Aalst se notaba el ambiente festivo ya que todo el mundo iba disfrazado. El domingo siempre es el primer día del carnaval, el cual se inicia con la proclamación del Príncipe del Carnaval como alcalde de la ciudad, con una ceremonia en la que se le entregan las llaves de la ciudad y se ridiculizan a los políticos.
A la 1 del mediodía comenzó el desfile, el cual transcurría por toda la ciudad, llenándola de música, caramelos y confetis, y finalizando a las 9 de la noche en la Grote Markt. Ante la atenta mirada de más de 80.000 espectadores, 250 grupos desfilaron con sus disfraces y carrozas, mostrando el trabajo de todo un año y compitiendo por ser el mejor de esta edición. Los grupos se dividen en varias categorías según el número de integrantes y en algunos casos ¡llegan a ser hasta de 100 personas!
Además, también hay un concurso para la imagen del carnaval en cada edición y otro de escaparates, los cuales pintan y adornan con motivos carnavalescos, llevando el ambiente del carnaval a todas partes.
El lunes, tras toda la noche de fiesta, se celebra la danza de la escoba con la cual se ahuyentan a los fantasmas del invierno y acto seguido, el Principe del Carnaval, entre otros, lanzan caramelos con forma de cebolla, entre los cuales se encuentran escondidos 100 premios. El más importante es la cebolla de oro, una joya que cada año se le encarga elaborar a un joyero de la ciudad, siendo todo un honor tanto para él como para el que la consigue, ya que la cebolla es el símbolo de este carnaval. Además, todos los grupos vuelven a desfilar, para que, al final de la tarde, se proclame a los ganadores de cada categoría.
Hay disfraces de todo tipo, sin embargo, me sorprendió ver a muchísimos hombres vestidos con prendas viejas de mujer. Se trata del disfraz más representativo de este carnaval, denominado “Voil Jeanetten” y se caracteriza porque llevan sujetadores enormes, corsés viejos, cochecitos, paraguas rotos… ¡incluso lámparas en la cabeza a modo de sombrero!
Hoy martes, se celebra el día de las “Voil Jeanetten” por lo que hay una cabalgata en la que desfilan todas, en honor a la tradición, ya que antiguamente la clase trabajadora utilizaba estas prendas para disfrazarse en carnaval.
Para finalizar, a las 9pm en la Grote Markt, el Príncipe prende fuego al muñeco del carnaval, siendo el momento más emotivo ya que simboliza el final de esta increíble celebración en la ciudad.
Soy una de las 7.500 millones de personas que vive en el mundo. Una a la que le encantaría descubrir todo lo que hay en él, ya que me apasiona viajar y conocer todo aquello que me rodea. Además, viajar me permite disfrutar otras de mis pasiones, la gastronomía y la arquitectura.
Mi aventura en esta ciudad no empieza aquí, comenzó el 17 de septiembre, y, desde entonces ha sido un no parar de descubrir, de ver, de viajar, de aprender, de fotografiar, de sentir, de vivir…
Después de casi 5 meses viviendo en Amberes, espero que mi experiencia pueda serviros de ayuda tanto a los que vais a venir, como a los que ya lleváis aquí un tiempo como yo, dado que, a pesar de haber conocido gran parte de esta maravillosa ciudad, siempre hay cosas nuevas que descubrir, pero también, otras ya conocidas que redescubrir.