Nada más entrar a la iglesia de San Carlos Borromeo, inmediatamente, el altar mayor llama la atención y capta todas las miradas. Este hecho no es ninguna casualidad, la impresionante perspectiva que se observa al entrar es característica de las iglesias barrocas jesuitas: la atención del creyente debe estar dirigida inmediatamente hacia la Santa Eucaristía.
Sin embargo, cuando alguien tiene que mirar siempre el mismo lugar y la misma imagen, finalmente termina por no prestarle mucha atención. Por ese motivo, hace 400 años, los jesuitas idearon una forma de asegurarse de que el altar siempre atrajera la atención de los feligreses.
Podríamos pensar que para dicho fin, contrataron a Rubens para diseñar el altar mayor, y que así captara todas la miradas, sin embargo, su idea no acabó ahí. Los jesuitas pensaron en un sistema que permitiera cambiar el cuadro del altar de forma regular, un mecanismo similar al que se usa en los teatros para cambiar el decorado. Por ello, detrás del altar, se construyó una caja compartimentada, que, con ayuda de un ingenioso sistema de poleas, y mucha fuerza humana, permitía izar y bajar hasta 4 cuadros.
Dicho mecanismo de poleas, sigue funcionando actualmente, aunque ahora sólo permite intercambiar tres pinturas. Por este motivo, tres veces al año, se puede presenciar este cambio de pinturas único, el Miércoles de Ceniza, el Lunes de Pascua y el día antes de la Asunción de la Virgen.
El pasado 6 de marzo fue el Miércoles de ceniza, por lo que me acerqué a presenciarlo. Es muy impresionante cómo, gracias a este sistema y la fuerza de 4 personas, logran cambiar los cuadros, sobretodo porque son enormes, 5,35m de alto por 4m de ancho.
Originalmente, dos de las cuatro pinturas eran piezas excepcionales del maestro flamenco Rubens, el Milagro de San Ignacio de Loyola y el Milagro de San Francisco Javier, de 1617 y 1618, sin embargo ahora se encuentran en Viena.
Actualmente, el altar mayor cuenta con, la Coronación de la Virgen, de Cornelis Schut, el cual cambiaron el otro día por el de la Elevación de la Cruz, de Gerard Seghers, y Nuestra Señora del Carmelo, de Gustaaf Wappers.
Este año, los otros cambios serán el 22 de abril y el 14 de agosto por lo que, no lo dudes y ¡acércate a presenciar un espectáculo único!
Soy una de las 7.500 millones de personas que vive en el mundo. Una a la que le encantaría descubrir todo lo que hay en él, ya que me apasiona viajar y conocer todo aquello que me rodea. Además, viajar me permite disfrutar otras de mis pasiones, la gastronomía y la arquitectura.
Mi aventura en esta ciudad no empieza aquí, comenzó el 17 de septiembre, y, desde entonces ha sido un no parar de descubrir, de ver, de viajar, de aprender, de fotografiar, de sentir, de vivir…
Después de casi 5 meses viviendo en Amberes, espero que mi experiencia pueda serviros de ayuda tanto a los que vais a venir, como a los que ya lleváis aquí un tiempo como yo, dado que, a pesar de haber conocido gran parte de esta maravillosa ciudad, siempre hay cosas nuevas que descubrir, pero también, otras ya conocidas que redescubrir.