En realidad es una zona recreativa donde poder practicar infinidad de deportes, desde fútbol, kayac, remo, vela, pesca, buceo, bicicleta, minigolf… a la vez que también es un enorme espacio verde, una mezcla entre parque que casi llega a ser bosque donde encontramos hasta un cámping. Está situado al sur-este de Gante, más allá del Watersportbaan, y ocupa un total de 105 hectáreas.
Durante el invierno y en general las épocas de frío suele ser una zona muy tranquila donde encuentras como mucho alguien haciendo footing por sus zonas verdes, pero si es sorprendente por algo es por su lago artificial rodeado de arena de playa, el cual usan, tal y como imagináis, como si fuera su playa. Aunque el agua está lleno de patos y vegetación marina que provoca un poco de grima, la gente aprovecha los meses de calor para darse un buen baño frío o para tomar el sol en la arena (¡aprovechando que lo hay!).
Recomiendo esta zona totalmente, pues es perfecta para desconectar de la multitud y para pasar una tarde tranquila, aunque eso sí, yo cuando fui estaba a -3ºC y luego tuve un viaje de vuelta en bici un poco largo que me acabó de congelar, ¡así que mejor esperar a la primavera! Además acceder a todas sus instalaciones es totalmente gratis y está abierto durante todo el año de 10 a 18h.
Soy Cristina López, estudiante de último año de psicología en Barcelona y ahora corresponsal de Gante, mi ciudad destino de Erasmus. ¿Mis primeras impresiones de Gante?
Han habido muchísimas cosas aquí que me han llamado la atención, como que en ocasiones un agua te salga más cara que una cerveza, que en las terrazas de algunos restaurantes te pongan mantas por si hace frío, que en todos los lavabos haya papel (incluso en los lavabos portátiles que ponen en los festivales), que a veces tengas que pagar para ir, que duerman con almohadas cuadradas, que sólo se den un beso en la mejilla al saludarse, o su predilección por el picante, ya sea poniéndose pimienta en la sopa o tabasco en los spaghetti.
Gante es una ciudad que combina tradición y progreso. Hoy en día es considerada una ciudad de estudiantes, hay alrededor de 45000, así que eso significa que, además de su belleza y su aire medieval con multitud de construcciones y calles que visitar y recorrer, es una ciudad joven y activa, constantemente en movimiento. Siempre encuentras algo que hacer, algún evento, festival o exposición que te pueda ser de interés.
A lo largo de mi actividad en este blog os iré mostrando todo lo interesante y curioso que viva durante mi estancia Erasmus, de momento espero que esta pequeña introducción os haya picado la curiosidad para seguir visitándonos y, quién sabe, ¡quizás veniros! Así que por si eso sucede, mi primer consejo es que os alquiléis una bicicleta, no es una ciudad muy grande y se puede recorrer a pie fácilmente, ¡pero no hay nada mejor que sentirse un auténtico belga! Y mi primera advertencia si vais en bici es que tengáis mucho cuidado con las vías del tranvía, ¡y más si llueve!