El mayor monumento de la ciudad, el que más sale en las fotos y el que más llama la atención, es sin duda alguna la Catedral de Nuestra Señora de Amberes. Ya desde muy lejos en el tren, pueden apreciarse los reflejos dorados de los relojes que adornan su torre.
La catedral data de 1352, aunque con diversas reformas. Se planeó que tuviera dos torres, pero un incendio en 1533 seguido de disturbios provocó la falta de dinero que frustró el proyecto. Esta segunda torre debía ser financiada por la parroquia, pero la otra la financió la propia ciudad. El resultado de 123 metros, es la torre más alta del país.
Además de a este desastre, el edificio logró sobrevivir más o menos a la furia iconoclasta de 1566, momento en el que los protestantes la saquearon, y también al Saqueo de Amberes de 1576 durante la llamada “furia española”, en el que mostramos nuestra mala baba matando a 8.000 civiles. En 1581, que la autoridad en la ciudad fuera protestante tampoco ayudó al esplendor de la catedral, pero una vez la ciudad fue conquistada por los españoles en 1585, se empezó a recuperar su esplendor. En 1794, tras la revolución francesa, los franceses se llevaron todo lo que había de valor en su interior, sobre todo obras de Rubens, que tras la caída del Imperio Francés fueron devueltas.
Actualmente, la catedral lleva restaurándose desde 1965 en distintas y meticulosas obras. Carlos V quiso hacer de ella una de las más grandes del mundo, y si no llega a ser por el incendio de 1533, no nos podemos imaginar cómo hubiera quedado. La visitan unos 500.000 turistas al año y su mantenimiento cuesta un millón y medio de euros. No en vano, este “resultado truncado” ocupa una hectárea de extensión en total.
En su interior está el típico púlpito espectacular, dos enormes trípticos de Rubens entre otras de sus obras (“La elevación de la cruz” y “El descendimiento de la cruz“), una gran cantidad de cuadros, varios altares hermosísimos, la típica nave central con sillas en lugar de bancos, un gran órgano en una de las paredes…La entrada no es gratuita, pero si enseñas el carné de estudiante se queda sólo en 3 euros.