Si hay un país que suponga un reto para las agencias de meteorología, ese es sin duda Bélgica. Para los que no hayáis estado nunca aquí, os paso a explicar el asunto.
En días como el de ayer, he podido vivir el fenómeno belga de ver todas las estaciones en un solo día. Y es que tras ir a la hora de comer a la orilla del río y estar sin camiseta tan a gusto, por la tarde se puso a llover, y hacia las 12 de la noche hacía tiempo de chaqueta y bufanda. Sin duda, el tiempo aquí es bipolar. Yo viví los momentos que relata la siguiente foto.
El estereotipo es que en Bélgica llueve mucho. Es cierto. Los españoles que estamos por aquí llenamos Facebook de actualizaciones cada vez que aparece el sol. Al estar más alejada del ecuador que España, también se nota la mayor largura del día en verano y su brevedad en invierno. Ahora mismo a las 10 de la noche todavía hay luz y a las 5 de la mañana ya despunta el alba. En invierno sin embargo, a las 4:30 de la tarde ya es de noche.
No, no hace tanto frío como se dice. Cualquiera que viva en zonas montañosas o se haya pasado algún invierno en Soria o Teruel no notará la diferencia. Lo que no va a hacer es tanto calor durante el día. Para mí que soy del valle del Ebro, me congratula comprobar que no hace para nada tanto viento aquí.
Que a nadie le extrañe que con un sol esplendoroso, en cosa de 20 minutos se ponga a diluviar. Ese es el día a día con el que viven los belgas. Muy típico eso de quedar dentro de una hora y decir “pf, mejor en media hora, por si cambia el tiempo”. Como curiosidad, en Bélgica las casas no tienen ese tejadillo que da a la acera para refugiarte de la lluvia cuando caminas y que es tan típico en España. ¡Cómo no se les ha ocurrido si llueve tanto!