Uno de los barrios más singulares de Bruselas es sin lugar a dudas el barrio de Matongé, el barrio congoleño.
El origen del mismo lo encontramos en la localización de una residencia de estudiantes de procedencia africana a las mismas puertas del núcleo central de la ciudad, en la llamada puerta de Namur y se ha convertido en una auténtica colonia, ya no solo congoleña, sino de diversas procedencias del continente.
La atmosfera del barrio desprende algo diferente, por momentos es como dar una vuelta verdaderamente por el país centroafricano.
Coloridos escaparates de tiendas de telas, sofisticados trajes, un asombroso número de peluquerías de ferviente actividad forman el conjunto de este pequeño rincón del continente en Bruselas.
Además de todo ello, podemos encontrar muchos restaurantes, gran sitio para ir a disfrutar de pluralidad gastronómica, a un precio muy económico.
Una velada agradable en la que apreciar la diversidad cultural de Bruselas.