Con este calor que los que hemos pasado aquí el invierno creemos impropio de este país (33º grados por ejemplo), a uno le apetece ir a un sitio con agua. ¿Y por qué no a un parque con una piscina gratuita? En Amberes eso se puede hacer.
Amberes es más grande de lo que parece, sobretodo para los estudiantes que únicamente conocemos su centro histórico y lo que es el trozo del siglo XVI, pero todavía queda mucha ciudad hasta llegar a la autopista, y todavía más una vez la pasamos y llegamos a los barrios periféricos.
En uno de ellos está el parque de Boekenberg (significa “montaña de libros”, nadie sabe por qué). Está a 5-6 km de la catedral dirección Deurne, así que hay que coger la bicicleta, plan perfecto con este tiempo, o en su defecto el tram 9 que pasa por Groenplaats y la Estación Central. Mejor que miréis Google Maps.
El parque es una maravilla de la naturaleza que incluso tiene casitas entre los árboles, pero lo mejor es la piscina. Es totalmente gratis y estos dos últimos días ha estado a rebosar. Tanto que preferí hacer la foto cuando terminó el horario de bañarse.
Si hay mucha gente, se hacen turnos de 15 o 30 minutos en los que entran 150 personas por vez, así se evita la masificación de la piscina y todo el mundo puede bañarse. El agua refleja todo el verde de los árboles de alrededor y está a una temperatura perfecta. Está abierta hasta las 19 en días normales y hasta las 18 los domingos. Hay un edificio con duchas, consigna y baños, por lo que no hay nada que se eche en falta.
Si la zona de la piscina está muy abarrotada y uno quiere tomar el sol a gusto, no hay más que dar una vuelta por el parque hasta encontrar un punto verde y solitario más allá de los árboles.
PD: haced clic en las imágenes para verlas en tamaño más grande.