Hace unas semanas, una de mis profesoras mencionó “La fiesta de San Nicolás” y lo bien que lo pasaba de pequeña ese día. Cómo no sabía de que se trataba me lo explicó rápida pero eficazmente “Aquí no conocemos a los Reyes Magos ni nos traen regalos el 6 de enero” me dijo, “Cada 6 de diciembre viene a Bélgica San Nicolás acompañado de Pedro el negro a traernos los regalos”. Qué contraste de culturas ¿No? Como curiosidad tengo que decir que no es sólo una festividad belga, también se celebra en los Países Bajos el 5 de diciembre. Mi compañera Sara ha dedicado varias entradas a ello y lo explica mejor pinchando aquí.
Durante todo el día y mientras estábamos en clase, han aparecido varias veces compañeros desconocidos de otras clases dándonos mandarinas y galletitas con la piel tintada de oscuro. Todo ello para imitar a Pedro el negro, recordándonos el espíritu navideño pero sobre todo, que esta noche llegaba Sinterklaas.
Al salir de clase, mucha gente se agrupaba ante la universidad directos a ir a la plaza de la bourse, donde, para mi sorpresa, habían aproximadamente 10 (o más) camiones en fila sirviendo de chiringuitos con música y bebida.
El ambiente era inigualable. Todo el mundo era partícipe de esta fiesta,música cañera, alumnos con batas firmadas y dibujos… ¡Todo un espectáculo! Aunque aún no sean vacaciones y sigamos teniendo clase, celebrar la fiesta de San Nicolás ha sido una experiencia única. Todos los estudiantes han salido a la calle a celebrarlo e incluso han cortado el tráfico por las calles principales. Ahora que ya conocéis la fiesta podéis esperar alguna sorpresa esta noche…
Soy Mayte Hervás y seré la nueva corresponsal Erasmus durante los próximos 5 meses en la ciudad de Bruselas. Lo cierto es que tengo muchas ganas de empezar esta nueva etapa en el blog, en el que podréis echar un vistazo a mi forma de ver la vida belga con alegría y humor, aunque también seré seria cuando tenga que serlo.
Curiosear por el extranjero es una gran virtud que se instaló en mí desde muy pequeña y por ello he esperado tres largos años de mi carrera de traducción para poder conseguirlo. ¡Me voy a Bruselas, y encima corresponsal!
Bruselas siempre ha captado mi atención, no solo por ser el centro neurálgico de Europa, sino por las diferencias culturales que existen entre la capital de Bélgica y España. Toda mi vida he vivido en una pequeña ciudad de Albacete (Hellín) y desde que me fui a estudiar he estado viviendo en Alicante; ambas ciudades completamente opuestas a la capital grande y europea que me va a acoger este año.La cantidad de eventos musicales que oferta Bélgica, que va desde pequeñas salas con música en directo hasta festivales, ¡me tiene impaciente por llegar!