Bélgica no destaca por ser el país del sol precisamente, pero aún así, los belgas no se achantan y por eso desde 2011 algunos de sus trenes se mueven por energía solar. Los convoys de las líneas de alta velocidad que salen de la estación central de Amberes rumbo a Holanda utilizan la electricidad producida por los paneles solares durante una pequeña parte de su recorrido.
En una superficie de 50 mil metros cuadrados (un equivalente a unos ocho campos de fútbol) del techo de unos de los túneles ferroviarios están instalados 16 mil paneles solares que producen 3.300 MWH. De ahí a que a este túnel se le haya denominado “El túnel del sol”. La energía se utiliza tanto para abastecer a los motores y permitir su movimiento como para el alumbrado, la señalización y toda la infraestructura ferroviaria; lo cual provoca un ahorro en los costes y lo más importante, es totalmente respetuoso con el medio ambiente.
¿Por qué en Amberes?
Porque parece ser que las características geográficas del norte de Amberes (el área plana unida al trazado de la red ferroviaria) convertían esta línea en una zona apropiada para la la instalación de estos paneles. Además, el área en la que está colocado este túnel solar se trata de una zona natural protegida por la que pasa la línea de alta velocidad que va desde París a Amsterdam, pasando por Bruselas. Este proyecto que costó 15,7 millones de euros ha conseguido hasta el momento disminuir más de 2,400 toneladas de dióxido de carbono que se producían anualmente en el país.
Y así Bélgica presume de ser la primera línea ferroviaria impulsada con energía solar y ya está en proceso de crear otra línea movida por energía eólica. ¡Bien hecho!
Aquí os dejo dos vídeos que hablan de este tema, están en inglés pero en caso de que no lo entendáis podéis ver las imágenes para ver cómo funciona.
Soy Sara Sanz Cuesta, estudiante de traducción e interpretación en la Universidad de Alicante pero nacida en Casas Ibáñez, Albacete. Durante los próximos meses seré la nueva corresponsal Erasmus en la ciudad de Amberes.
Como estudiante de idiomas que soy, siempre he tenido en la mente la posibilidad de solicitar una beca Erasmus para completar mi formación. Fue en diciembre del año pasado cuando llegó el momento de escribir los destinos en la lista de prioridades: París, Londres, Roma, Berlín, Dublín… y ahí, entre esa lista interminable de capitales europeas, estaba Amberes. Reconozco que al principio no sabía localizarla en el mapa pero conforme fui buscando más información sobre esta ciudad belga, más me fue gustando como destino para esta experiencia. Fue en febrero cuando llegó la gran noticia: ¡MAMÁ! ¡Que me voy de Erasmus a Amberes!
Amberes es la segunda ciudad más importante de Flandes. Situada a unos 45 km de Bruselas y cuenta con medio millón de habitantes, bañada por el río Escalda, es una ciudad cosmopolita, cuna del arte, la moda y Centro Mundial del Diamante, pero eso no es todo, Amberes tiene muchas más cosas por descubrir.