Hoy, en clase de Economía Europea, hemos estado hablando de la Primera Guerra Mundial. Esto me ha hecho recordar algo: en 2014 se celebra el centenario de esta horrible guerra, y Bruselas lo conmemora de una manera muy especial.
Esta guerra, la cual cambio el sentido de nuestra historia, sigue en la memoria de todos como un conflicto que nunca debería haberse repetido. Bélgica jugó un papel fundamental en cuanto a la resistencia hecha contra la invasión alemana, y por ello, sigue grabada en la memoria de la sociedad belga. “Pobre pequeña Bélgica” es lo que se ha dicho de este país desde entonces.
La conmemoración se hará a lo largo de este año a través de ceremonias nacionales e internacionales y exposiciones por todo el mundo. En Bélgica, se han se han fijado varios objetivos: el primero de ellos trata sobre la memoria colectiva, es decir, se quiere transmitir a todas las generaciones quién formó parte de esta guerra (los militares, la resistencia y las víctimas civiles); además, se quiere promover la idea de la importancia de la cooperación internacional para luchar contra los conflictos bélicos y la idea de que Bélgica jugó un papel muy importante en la creación de un verdadero estado de Derecho.
A partir del pasado 26 de febrero, y hasta abril del año que viene, el Museo Real de la Armada y de Historia Militar alberga la exposición “14-18 C’est notre histoire!”. Este museo muestra al principio objetos, vestimenta, armas y vehículos de guerra de distintas épocas. Lo que más me llamó la atención es la sala de aviación.
La conmemoración de la Primera Guerra Mundial se muestra a través de objetos auténticos de la época, testimonios e instalaciones multimedia. Merece mucho la pena quedarse a ver uno de los vídeos que se proyectan (¡ponen la piel de gallina!).
Para aquellos interesados en ir a la exposición, ésta se encuentra en el Parc du Cinquantenaire y abre de martes a viernes de 9h a 17h, y el fin de semana de 10h a 18h. Tened en cuenta que la duración de la visita es de aproximadamente una hora y media.