Al lado de Puerta de Namur, bajando por la Chausée d’Ixelles, empezarás a tener la sensación de que has salido de Bruselas y has entrado en el corazón de África: sonríe, estás en Matongé.
Esta zona tan particular de Bruselas, una de las más animadas de la ciudad, recibe el nombre del distrito comercial de Kinshasa, capital de la actual República Democrática del Congo, antigua colonia de Bélgica. En esta zona se concentra la población africana de la ciudad, especialmente aquellos procedentes del Congo.
Paseado ente Zara, H&M y demás tiendas te encontrarás con la entrada a la Galerie d’Ixelles. No lo dudes y entra, te va a encantar. Todas las paredes están pintadas, con distintos mensajes sobre paz, reconciliación y África.
La música africana está por todas partes, siempre hay buen ambiente. Una cosa muy curiosa de estas galerías es la cantidad de peluquerías que hay. En ellas verás cómo las peluqueras hacen a toda velocidad peinados de trenzas imposibles y cosen extensiones. A mí me resultó muy curioso, y para quien se anime, estas peluquerías no son nada caras.
Por esta zona también hay muchos sitios para probar las delicias africanas. Además, no son nada caros: una amiga y yo nos comimos este plato (y nos quedamos llenísimas) por 5 euros, es decir, 2,50 cada una (eso sí, ¡cuidado con el picante!). También hay tiendas donde venden productos típicos de allí, por si te apetece probar nuevas recetas en casa.
Paseando por Matongé lo mejor que puedes hacer es perderte por las calles y disfrutar del ambiente y de la música, pero otro de los sitios que no te puedes perder es el Kuumba café. Es una cafetería con exposiciones sobre el Congo. Al entrar, la primera sala es la cafetería, con todas las paredes decoradas con máscaras africanas y otras cosas; si vas al fondo de esta sala, llegarás a una sala de exposiciones de arte africano que merece mucho la pena.
De verdad, Matongé es uno de los sitios de Bruselas que no te puedes perder; estoy segura de que a todos os va a gustar tanto como a mí.
Soy María Ballesteros, vuestra nueva corresponsal en Bruselas. Estudiaré cuarto de Traducción e Interpretación en la Haute École Francisco Ferrer (HEFF) hasta (mínimo) febrero. El amor de mi vida son los viajes, y por eso hace un año más o menos decidí que quería pasar una buena temporada fuera de España, conocer otro país y gente nueva y vivir una experiencia inolvidable. ¿Y qué mejor que una beca Erasmus?
Desde el principio lo tuve claro; quería que mi destino fuera Bruselas. ¿Por qué? Porque es la capital europea por excelencia, está en el centro de Europa y te permite viajar barato a muchísimos sitios, es muy cosmopolita, allí nadie es extranjero, tiene un ambiente inigualable, está lleno de estudiantes universitarios (especialmente Erasmus)… y paro ya, que si no, no acabo nunca. No quería otro destino y al final, después de mucho papeleo, aquí estoy!