Doy por hecho que si habéis venido a Bélgica, como mínimo, el chocolate tiene que resultaros bastante agradable.
Yo soy una de esas personas que podrían vivir solo de este manjar, y en esta ocasión, merece la pena hablar sobre los lugares donde se esconde (o no) el preciado tesoro negro. Lovaina ofrece una considerable cantidad de establecimientos y comercios que trabajan el chocolate, aunque voy a hablaros de cuatro de los mejores.
El primero es Raets-Putseys, en la calle Leopold Vanderkelenstraat, muy cerca del Museum M. Su oferta chocolatera se centra en los pequeños detalles, los cariñitos, chocolates de tamaño menor pero sabor exquisito, todo artesanal por supuesto, recomiendo comprar uno de cada para probarlos todos, ya que el precio es bastante razonable.
Otro establecimiento es Godiva, en la Brusselestraat, uno de los más famosos, y no sin razón, podemos destacar su gran oferta, muy versátil y en muchos tamaños, y la posibilidad de comprar tabletas de chocolate de tipos muy diferentes, el precio es algo más caro, pero para un regalo, es la mejor opción.
Por último, tenemos Chocolate & Co, Leonidas, maestros por excelencia del chocolate belga, también en Brusselsestraat; aquí podemos encontrar el chocolate presentado de mil formas, las más especiales y pintorescas, que harán las delicias de cualquiera, no solo para comerlo, sino también como un recuerdo imborrable; solo ver la tienda ya te hará la boca agua. Recomiendo el bombón de chocolate blanco con praliné interior y las cajas de bombones que son como casitas belgas, puedes conseguir una desde 12€.
Además de todo este mundo del oro líquido, voy a recomendaros otro sitio donde probar otro estado del chocolate: Pinoccio, una gofrería muy especial; está en la esquina de Diestsestraat con Sint-Pieters. No dejéis que os engañen, cualquier gofre de Brujas o Bruselas, por muy bueno que esté, no tiene nada que hacer contra estos, además, el precio es inmejorable: el gofre más cargado, con helado y chocolate, solo cuesta 3.70€.
¡Disfrutad de este paraíso y aseguraos de tener una bici que compense tal festín!