Esta pequeña iglesia, y su entorno, conocido como Klein Begijnhof, o pequeño Beaterio, es un tesoro de Lovaina, escondido en la zona norte, y en el que muchos turistas no suelen reparar.
Es una iglesia en estilo neogótico, como otros edificios en Bélgica, y con un campanario bellísimo, que además se ve desde toda la zona, gracias a la baja altura de las casas en Lovaina. El interior es muy limpio, de piedra y muros encalados, junto a un bello órgano de madera. Si empiezas a callejear entre ella, descubres la plaza y la entrada al Beaterio.
El pequeño Beaterio data de la Edad Media, y tuvo mucho menor poder económico que su hermano mayor, del que ya hemos escrito. En su mayor etapa, albergó en torno a 100 mujeres. Actualmente es propiedad privada, ya que fue restaurado hacia el año 2000, pero sigue impregnado de esa esencia de paz y tranquilidad que acompaña a estos lugares.
Es muy recomendable pasear por este lugar, que ademas está rodeado de las canalizaciones del río Dile, por lo que está acompañado por el sonido del agua.
La iglesia abre para visitas los sábados y los domingos, de 13:30h a 16:30h, desde abril hasta septiembre, ambos inclusive.