Entre todas las cosas increíbles que puedas encontrar en Flandes, la iluminación y la preparación navideña de sus ciudades es seguramente una de las mejores.
¡Visitar Lovaina durante diciembre es como vivir un cuento de hadas! La ciudad brilla como un árbol de navidad, se engalana y reluce para todos sus visitantes, la iluminación es tan sumamente apropiada como ajustada, ni más, ni menos; de una elegancia perfecta. Nada de estridencia de mil colores o cada calle con un esquema totalmente diferente, la homogeneidad y la originalidad la hacen única.
Además de lugares emblemáticos como Grote Markt, Oude Markt o Ladeuzeplein, también podréis recorrer pequeñas calles con sus luces íntimas e increíblemente bellas, que parecen estrellas doradas en el cielo de esta ciudad tan acogedora. No dejéis de pasear por Mechelsestraaat, la plaza Vismarkt o Tiensestraat.
A mi personalmente me enamora Mechelestraat, ya que es una calle tan acogedora y cercana, tanto por sus comercios como por su ambiente, que verla bajo las luces doradas es casi perfecto. Por supuesto, entrar en cualquier café para tomar un chocolate caliente es una gran idea (y ayudará a alejar las bajas temperaturas), ya que la Navidad continúa en el interior de los locales, así como en el mercado navideño o los conciertos del ayuntamiento, sobre los que ya os hemos contado.
En definitiva, pasear por estas calles es realmente sentir el espíritu de la Navidad: la gente sale a la calle repleta de alegría, por mucho frío que haga, lo cual lo hace auténtico, y por toda la ciudad suenan cantos y villancicos. Pero, ya que una imagen vale más que mil palabras, aquí os dejo un poquito del tema, aunque lo mejor es vivirlo en persona, por supuesto.