“There is no place like home…” repetía Judy Garland caracterizada de Dorita mientras hacía entrechocar sus famosos chapines rojos. Esta aparentemente sencilla frase ya os cuenta un par de cosas sobre mí, por un lado mi amor por la adaptación cinematográfica de la historia de Frank Baum, nada desdeñable, y por otro, el motivo de haber elegido mi Erasmus en Bruselas. Nací hace 21 años en la comuna de Uccle, detalle que provoca la risa de algunos y el desconcierto de otros, seguido de una larga explicación acerca de la división administrativa bruselense. Lo que en principio era una casualidad se convirtió en una relación de amor odio: amor por su arquitectura, sus pintores surrealistas, su movimiento de jazz o su inmeeeeensa oferta cultural, y odio pues… bueno, ya sabéis que aquí el tiempo no suele acompañar. Como dicen los belgas, aquí hay cuatro estaciones en el mismo día.
Podríamos decir por tanto que se trata de una vuelta a los orígenes ( le retour aux sources que le llaman aquí), llena de ilusión. Durante cinco meses conoceréis a través de una belga expatriada de vuelta al hogar, título que me adjudico con gran pomposidad y alevosía, una ciudad que tiene mucho más que ofrecer que instituciones europeas (“¡opresoras!” añadirían aquí algunos), frío, y chocolate o mejillones con patatas fritas. Empezamos juntos un paseo para descubrir a los brusseleirs, los klets, los caberdouches…. Si no sabéis de qué estoy hablando, esta es vuestra página!