Que Bruselas es conocida por tener a Hergé y su lista infinita de personajes (Tintin, Spirou, Lucky Luke, los Pitufos…) ya es sabido por todo Erasmus bruselense. Pero cuando una ciudad ofrece incluso recorridos temáticos centrados en los cómics (si estáis interesados pinchad aquí) uno se puede preguntar qué merece la pena visitar primero.
Para aquellos fans (y no tanto) de las novelas gráficas, sus personajes y su técnica de elaboración os recomiendo el museo del cómic (o centro belga de la BD). Situado cerca de la mítica catedral de santa Gúdula y san Miguel, su entrada es ligeramente más cara que la del resto de museos en rue Royale (seis euros cincuenta si sois estudiantes). A pesar de ello os animo a visitarlo ya que merece mucho la pena.
En primer lugar retraza la historia del cómic de forma entretenida e interactiva y sobre todo ligera, de forma que si no sois unos fanáticos del cómic no os resultará aburrido, mas bien todo lo contrario.
En segundo lugar muestra pasa a paso las técnicas de dibujo, entintado, encuadernación, edición, etc. enseñando bocetos originales de personajes, guiones, mostrando aspectos ocultos de la profesión al público.
En tercer lugar hace un repaso por la aparición de los distintos géneros, aspecto interesante y curiosos para aquellos que seáis ávidos lectores.
Para aquellos fans de los personajes de siempre (Tintin, los Pitufos, etc.) encontrareis verdaderas reliquias y curiosidades.
Finalmente, coincidiendo el aniversario del museo con los 25 años que cumple la región de Bruselas, varios artistas han dibujado escenas, expuestas en el museo, con la ciudad de Bruselas como telón de fondo. La exposición distribuye las obras en función de los barrios donde tienen lugar las escenas por lo que podeis entreteneros en identificar vuestro quartier:
Dos recomendaciones muy importantes: no dudéis en pasaros por la tienda. Los cómics satíricos y el merchandising de personajes (véase el manual de improperios del capitán Haddock) merecen mucho la pena.
Por otro lado probad el rincón de lectura: todo Erasmus vuelve a la biblioteca de su infancia allí, donde podréis tumbaros en sofás a disfrutar de sus cómics.