En alguno de los primeros posts sobre cervezas belgas comenzábamos hablando de dos tipos de birras de características suaves para los paladares menos acostumbrados a esta bebida: Adler y Rodenbach. Hoy, después de ocho meses conviviendo y aprendiendo la tradición cervecera belga os presentamos dos variedades nuevas que os aconsejamos que apuntéis en vuestra lista: Judas y Leffe.
Entre las dos, comenzaremos comentando las características de la segunda, ya que es quizás más conocida en nuestro país al ser distribuida por algunos supermercados y tiendas gourmet. Con tradición cervecera desde 1252, Leffe blond (rubia) es una cerveza de alta fermentación con un 6,6% de volumen de alcohol. Su característico toque amargo se funde con toques de vainilla y clavo que suavizan el sabor, dándole un toque más fresco y agradable en los primeros sorbos. Además, está recomendada para acompañar a carnes rojas, quesos o platos agridulces y se aconseja servir en torno a los 5 o 6º centígrados.
En cuanto a la Judas, esta otra cerveza rubia producida por el grupo Alken-Maes es menos conocida que la anterior. De alta fermentación, su volumen en alcohol es ligeramente superior al de la Leffe, con 8,5%. Con toques dulzones que suavizan su sabor amargo, se recomienda servir alrededor de los 6 a 8º centígrados. Con origen en la cervecería de Saint-Michel de Waarloos (Amberes), esta cerveza es doblemente fermentada una vez embotellada, dejándola madurar durante un prolongado periodo de tiempo. A diferencia de la Leffe, se aconseja combinarla con frutos secos, quesos y fiambres.