Si todavía dudas en venir a Gante o, por el contrario, ya lo tienes claro y sólo te queda hacer la maleta para aterrizar en septiembre, éstas son algunas de las cosas que tienes que tener en cuenta para sacarle el máximo partido a tu año tanto en el ámbito académico como en el personal.
En primer lugar, ven con la mente abierta y con ganas de conocer más allá de tus amigos, tu casa y ciudad. Gante es una ciudad completa, tanto geográficamente como en historia, gastronomía y totalmente multicultural. Con una de las universidades más prestigiosas de toda Europa, tendréis la oportunidad de compartir y aprender en un idioma diferente, así como de vivir experiencias con gente que nunca imaginaríais encontrar en ningún otro lugar.
Viaja en tren, monta en bici, pasea por los canales, prueba los mil y un tipo de cervezas y ríete de los cambios de temperatura. Disfruta no sólo de la ciudad, sino de todos los rincones que te ofrece Flandes. Haz fotos y guárdalas, porque un año parece largo, pero los días pasarán como semanas y siempre querrás tener cada momento de ese tiempo de recuerdo.
No te extrañes cuando veas que hay cosas que funcionan diferente a como acostumbran en nuestro país. Aprende que el frituur puede llegar a ser una cultura, que a la gente le gusta descalzarse en la biblioteca, que el tren será tu mejor amigo y que cuando pides agua te la traen con gas. ¿Quién dijo que en Europa ya no había heterogeneidad, que éramos todos iguales?
En definitiva, ven con ganas de todo. Después de 10 meses en esta maravillosa ciudad y a falta de 10 días para volver a casa, no hay mejor consejo que el que os convenzáis a vosotros mismos de que será una de las mejores experiencias de vuestra carrera, y que merece la pena.
Fdo: Un estudiante en Gante.