Uno de los eventos que sólo ocurren en verano en Bruselas es que ciertos edificios de la ciudad abren sus puertas. Los Invernaderos Reales de Laeken son uno de estos edificios, pero hay otro que también abre sus puertas: el Palacio Real de Bruselas, no su residencia, si no que es su “lugar de trabajo” como dicen los belgas.
El Palacio Real de Bruselas en todo su esplendor
Decimos que es su “lugar de trabajo” porque los reyes belgas viven en las afueras de la ciudad de Bruselas, en los jardines de Laeken. Es realmente grande el espacio que tienen allí, pero no hay que menospreciar el tamaño del palacio en el centro de la ciudad. Es enorme, y poder cruzar sus puertas es toda una experiencia. Además, siempre ayuda el hecho de que sea gratis su entrada.
La visita comienza en las escaleras del Palacio abarrotadas de personas esperando recorrer las salas de los reyes del país. Visitaremos a lo largo de nuestra visita numerosas salas, dónde destacan la gran cantidad de cuadros que encontramos en ellas. Además, dentro del palacio podemos encontrar dos exposiciones bastante distintas entre si: la primera trata acerca de insectos y como estos son vistos por las distintas sociedades del planeta (la verdad es que llama bastante la atención, sobre todo cuando vemos como diseñadores se han inspirado en ellos para sus vestidos, como el que acompañan estas líneas).
Vestidos de insectos, sólo lo podéis ver este verano en el Palacio Real de Bruselas
La segunda exposición sí tiene más que ver con el Palacio. Se trata de los cuadros que pintaron varios miembros de la Familia Real a lo largo de los años. Podemos ver desde cuadros representado a la ciudad de Bruselas hasta cuadros que representan muchos de los viajes que han hecho al extranjero. Además de conocer parte de la historia de la actual Familia Real y su contacto con otros mandatarios extranjeros. Todo ello acompañados de una gran cantidad de gente (está a rebosar a todas horas, aunque tiene un gran horario desde las 9 de la mañana hasta las 16:30).
Es una gran experiencia para conocer desde dentro uno de los edificios más importantes de Bruselas. Siempre pasamos por delante cuando visitamos la ciudad y: ¿por qué no entrar dentro de él? Es realmente impresionante.
