La abadía de Santa Gertrudis, situada tan solo a unos 10 minutos de Grote Markt, se encuadra dentro de un paraje espectacular al norte de Lovaina .Se accede a ella a través de una pequeña y acogedora calle llena de flores de la que hablaremos más abajo .
Esta Iglesia fue construida por Jan van Ruysbroek,que construyó también la torre del Ayuntamiento de Bruselas.
Lo que verdaderamente destaca de esta Iglesia es la torre, torre de 71 metros realizada sin usar ni un clavo,algo totalmente innovador para la época que la convierte en una de las «7 maravillas de Lovaina«.
Les contaré ahora algo mas de la historia de esta preciosa abadía que consiguió salir adelante con 12 miembros de la Orden de San Agustín.
Su fundación data del siglo XIII, aunque tras ser ocupada por los franceses permaneció cerrada durante mucho tiempo.Se reabrió al finalizar la Primera Guerra Mundial convertida en una abadía benedictina para las monjas de Lieja.
Sin embargo, cuando éstas abandonaron Lovaina para dirigirse a Lovaina la Nueva tras la escisión de la ciudad, la abadía se cerró definitivamente.
La abadía en la actualidad se trata de una serie de casas que siguen a la Iglesia Santa Gertrudis. Consta de un patio interior que fue reconvertido en jardín y edificaciones llamadas el Ala Thiéry.
Llama mucho la atención que el edificio que hace de portada del patio exterior es ahora el Museo Nacional Boy-Scoutt, del que os hablaré próximamente con más detalle en otro de los posts.
Por último, el pequeño beaterio o Klein Begijnhof, mucho más pequeño como su nombre indica que el Gran Beaterio de Lovaina ,es también un lugar encantador .Está formado por tres pequeñas calles decoradas y renovadas a su forma actual a final de siglo veinte tras haber sido adquiridos u olvidados y dejados en desuso.Está en la misma manzana que la mencionada abadía por lo que un plan perfecto sería pasear por sus calles y después ir a visitar la abadía y el museo Boy Scoutt, tan original como divertido.
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