Este pequeño parque es otro de los mejores secretos guardados de Lovaina (junto con la ballena gigante, ¿os acordáis?)
En la Edad Media, era un distrito de luces rojas pero en la actualidad hay un pequeño lago y un gran campo con césped ideal para que los niños salgan a jugar en los días soleados.
Se encuentra situado cerca del Gran Beaterio, por lo que si coges la bici en unos 10 minutos podrás disfrutar de este precioso paraje.
Este pequeño parque fue diseñado por el arquitecto urbanista Renilde d’ Haese.En 1994 se abrió al público. En la Edad Media hubo numerosos molinos: el Frente Beguine Mill, el Graetmolen, el auge Alem Olen y Reding Mill.
En ese momento, esta zona se llamaba “El Patio”.
Anteriormente, esta mitad de la isla se llamaba la “Werf” y habría servido como un muelle para barcos. Entonces esta tierra perteneció sucesivamente a Drutius College, antes de ser comprada en parte en 1808 por un molinero, JF Janssens que erigió una hermosa mansión. Luego terminó en las manos de Víctor Vanderkelen, desde el 5 de mayo de 1972, utilizándose por “van de Belgische Boerenbond Aassurantiën”. Hoy la ciudad alquila el parque por un período de 30 años. Cabe destacar el puente refinado y el mirador.
Los parques urbanos son accesibles al público desde el 1 mayo al 30 septiembre de 09.00 am a 21.30 pm y del 1 de octubre al 30 abril de 09.00 horas a 19.00 horas. locales se refieren a este sitio como el “pequeño paraíso”.
Cuenta la leyenda que si vas al puente que hay en medio del parque y pides un deseo, éste NO sucederá, así que…cuidado con lo que pides!!
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