Estos días se están convirtiendo en misión imposible para los que estamos acostumbrados al clima mediterráneo. Las temperaturas en Bélgica han bajado y hemos pasado de los 13 grados a los 2° y 3°. Hace frío de guantes, de castañas y de luces de colores. Pero también de pequeños refugios con chimeneas y bebidas calentitas. Por eso hoy os voy a enseñar un lugar en pleno corazón histórico de Gante para tomar un pequeño descanso y entrar en calor, ¿te vienes?
Para entrar allí no hacen falta guantes, ni gorros ni bufandas, tan solo que te guste el chocolate porque quien entra en esta chocolatería, se baña en chocolate. Por eso no eso no es de extrañar que se llame Chocolato, y esté situada entre el puente de San Miguel (famoso porque desde ahí solo se pueden ver las tres torres juntas) y el Antiguo edificio de Correos.
Desde el momento en el que entras en la cafetería empiezas a vivir una experiencia extraordinaria de chocolate y café. Las paredes están pintadas en tonos marrones y crudos como el chocolate, las fotos que decoran los stands y las zonas de confort son de granos de chocolate y de cacao, y desde la silla puedes ver perfectamente el taller artesanal del chocolatero. Se puede decir que es un pequeño refugio para los amantes del chocolate.
Su especialidad: el chocolate con leche coronado con marshmellows flameados en el momento en tu mesa.
También tienen bombones caseros
Creo que después todo el día andando a 3° (aunque sinceramente aquí parecen diez bajo cero) todos merecemos un buen café caliente o una buena taza de chocolate caliente para mantener la temperatura en nuestro cuerpo. Además el sitio mola bastante, no solo por sus productos, sino porque desde su gran ventanal puedes ver una panorámica de la zona de Korenmarkt. Por lo tanto la sensación no es de estar en un sitio cerrado, sino tomando un pequeño descanso dulce y calentito con vistas a la Iglesia de San Nicolás, el Antiguo edificio de Correos y parte de Graslei.
Así que sin dudarlo, ¡un chocolate caliente, por favor!
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