¿No sabes dónde comprar productos frescos, orgánicos y de temporada?
Bruselas también da la oportunidad de comprar productos ecológicos. Los miércoles por la mañana en la Place Ste. Catherine, y los miércoles, viernes y fines de semana en el Atelier des Tanneurs podemos encontrar productos que vienen exclusivamente de la agricultura orgánica. Ambos sitios son típicos mercados de la vieja Bruselas que aún siguen fielmente la tradición ecológica.
La ventaja de comprar productos orgánicos es la adquisición de alimentos saludables y de mayor calidad nutritiva que se han cultivado minimizando el uso de los recursos no renovables y de agroquímicos sintéticos que dañan la salud humana y del medio ambiente. A la vez fomentan el equilibrio y el ciclo del ecosistema mediante el cultivo de productos de temporada y de proximidad. Es por eso, que el impacto va más allá que el ecológico, sino que también mantiene un valor humano ante la proximidad entre la producción y la venta de los alimentos por el mismo agricultor. ¿Qué puede dar mayor confianza que conocer quién, dónde y cómo producen los productos que compramos?
En la Place Ste. Catherine, solo podemos encontrar cinco tiendas: Una de verduras, de fruta, de carne, de quesos y una panadería. Con ellas cinco, puedes satisfacer tus necesidades con una enorme variedad de productos que mantienen fielmente la ética ecológica.
Quien diría que podríamos encontrar una repostería con tan buena pinta y a la vez manteniendo los criterios biológicos:
Otra alterativa, es el Atelier des Tanneurs. Éste se encuentra en la Rue des Tanneurs, 60. Es un mercado interior mucho más grande que el anterior, con aún más variedad de productos: frutas y verduras, zumos de frutas, carnes, legumbres, quesos, panes, vinos orgánicos, aceites de oliva, mermeladas, mieles, entre otros. A diferencia del otro, es un gran almacén donde cada uno adquiere los productos que quiere y después los pasa por caja. El inconveniente de este lugar es las largas colas para cobrar, sobretodo los fines de semana.
Es cierto que en general los productos ecológicos pueden ser un poco más caros que los que puedas encontrar en un supermercado convencional. Pero es aquí donde cada uno decide a qué darle más peso a la balanza: la salud o el low cost.