El Oud-Heverlee Leuven es el equipo de fútbol de Lovaina. Compite en la Jupiler Pro League, la primera división belga, y juega sus partidos en Den Dreef. El estadio está situado en el suroeste de la ciudad, justo a las afueras del anillo, donde empieza el barrio de Heverlee. La mejor opción para llegar desde el centro es pedalear por la calle Naamsestraat. La entidad está remodelando una de las tribunas (totalmente derruida actualmente), así que la imagen que ofrece el recinto es un tanto pobre.
El OH Leuven (cuadragésimo) recibió el sábado al KSC Lokeren (undécimo) en un duelo fatídico de la zona baja de la tabla, a cinco jornadas para que finalice la liga. En el parking adyacente a uno de los accesos, una decena de buses reposaban después de haber trasladado a la delegación visitante desde los cien kilómetros que separan ambas ciudades. Una de las peculiaridades de los equipos belgas es que viajan por el país junto a los aficionados y los empleados de seguridad. Los pintorescos stewards de chaleco naranja que velan por la calma en los estadios son muy próximos a su club, y no es esporádico presenciar escenas de complicidad con los hooligans cuando el partido va de cara y los goles suben al marcador. Incluso se pueden permitir el lujo de fumarse un cigarrillo.
En las taquillas se pueden encontrar entradas a partir de 20 euros para los adultos. En el interior, las hamburguesas y demás bocadillos cuestan entre 4 y 5 euros, y la cerveza (con alcohol), a 2 euros el vaso.
Esta semana solo fue una de las ocasiones que los amantes del fútbol pueden ver en directo un partido en su ciudad Erasmus, Lovaina. Aunque el Leuven momentáneamente esté en la primera división belga, nada tiene que ver con el fútbol que se juega en España y es una gran oportunidad poder disfrutar de este tipo de eventos.
Un partido entretenido y con muchas oportunidades para los dos conjuntos que terminó con un 3-3, hizo tener que intervenir a los stewards. El Lokeren se adelantó a los 6 minutos y a la salida del descanso los visitantes golpearon con el segundo tanto. Yohan Croziet, judador del OH Leuven, cogió las riendas de su equipo y generó dos ocasiones que colocaron el empate. Poco le duraría la alegría a los más de 6.000 aficionados porque en la siguiente jugada el Lokeren metió el tercero. Entonces fue cuando intercedieron los stewards para frenar a algunos seguidores con ganas de increpar a los perdedores. Un penalti absurdo permitió a John Bostock hacer justicia e igualar el encuentro al estilo Panenka, devolviendo la fiesta al graderío de la estudiantil ciudad de Lovaina. La euforia se desbordó cuando Denis Odoi (nacido en Lovaina y ex jugador del club) fue expulsado tras una fea entrada. Los locales estuvieron a punto de ganar, pero toparon de cabeza contra el portero rival.
El fútbol se vive con intensidad, cordialidad y mucha rivalidad en Bélgica, en tiempos en los que el país y su selección nacional están en el centro de las apuestas para la UEFA EURO de junio 2016.
Me llamo Andrea Pujol y soy catalana. Estudio cuarto de periodismo en Barcelona. Me encanta descubrir nuevas cosas, nuevos lugares y estoy deseando empezar esta nueva experiencia para relataros todos los detalles de esta maravillosa ciudad.
Los primeros días han sido muy movidos, sin ningún momento de pausa habituándome a la ciudad y a sus costumbres. He pasado por calles importan
tes, por grandes plazas y también por callejuelas perdidas. Lovaina tiene un encanto difícil de encontrar en cualquier otro lado.