Bruselas es la capital europea por excelencia. A solo veinte minutos de Lovaina, y con la tarifa reducida de 6€ ida y vuelta, la capital belga es un destino perfecto para los fines de semana, en los que hay un 50% de descuento en todos los destinos belgas con su red de ferrocarriles (NMBS).
Solamente al salir de la estación te encuentras con la tienda de los Pitufos, diseñados en la ciudad. En el mismo centro se sitúa la Boutique de Tintín para los más fans del tebeo belga. A cuatro pasos tienes la Plaza de España con un gran Don Quijote acompañado de su fiel Sancho Panza, y andando unos cinco minutos más llegas a la impresionante Grand Place que hace maravillarte con los lujosos edificios que la componen. Pero eso no es todo, el Manneken-Pis, situado a una calle de la plaza y disfrazado esta vez de feria del libro, también es visita obligada.
La mala suerte temporal nos sigue acompañando en esta aventura. A pesar de haber tenido tres días de sol y calor primaveral, algo inédito en este país, el día de viaje ha traído lluvias que no han cesado en todo el recorrido por la capital europea. Con la barriga llena gracias a unos mejillones con patatas fritas, plato típico de Bélgica, y de postre unos buenos gofres con Nutella, ya es hora de volver a Lovaina.
Bruselas es un sitio muy recomendable ¡y más si lo tienes al ladito!. Para todos los habitantes temporales de Lovaina es importante visitar la ciudad al menos una vez en tu estancia, aunque ya descubriréis que siempre habrá más de una.
Me llamo Andrea Pujol y soy catalana. Estudio cuarto de periodismo en Barcelona. Me encanta descubrir nuevas cosas, nuevos lugares y estoy deseando empezar esta nueva experiencia para relataros todos los detalles de esta maravillosa ciudad.
Los primeros días han sido muy movidos, sin ningún momento de pausa habituándome a la ciudad y a sus costumbres. He pasado por calles importan
tes, por grandes plazas y también por callejuelas perdidas. Lovaina tiene un encanto difícil de encontrar en cualquier otro lado.