Ayer sábado, el ayuntamiento de Amberes (Stadhuis) cumplía nada más y nada menos que 450 años desde que abriese sus puertas el 27 de febrero de 1565. Un aniversario así debía ser celebrado por todo lo alto, y así fue. Un total de 450 parejas, una por cada año cumplido, se dieron el “sí quiero” en el interior del edificio mientras que fuera, en la famosa plaza de Grote Markt, la gente bailaba al ritmo de la música alrededor del espectáculo de luces proyectado desde la fachada del ayuntamiento. Las afortunadas parejas tuvieron la oportunidad no solo de entrar al interior del ayuntamiento (que generalmente permanece cerrado al público), sino de admirar los increíbles interiores de este palacio de ensueño.
A nosotros el acontecimiento nos pilló de sorpresa, como suele ocurrir en esta ciudad, dando un paseo antes de cenar. Íbamos a reponer fuerzas para la noche con un buen chocolate caliente cuando nos vimos envueltos por el ambiente festivo. Ya la noche anterior, de fiesta, nos habíamos encontrado la plaza con un escenario y la parafernalia montada; pero no estábamos en ese momento muy avispados (a saber por qué) ni hacía el tiempo propicio para pararse a inspeccionar el lugar. Ayer por la tarde, al llegar y encontrarnos en medio del espectáculo, preguntamos un poco y, sin dudarlo, nos apuntamos a la fiesta.
Eso es lo que realmente te enamora de esta ciudad. A pesar de ser pequeña, siempre encuentra la manera de sorprenderte cuando menos te lo esperas.
Os dejo un video del ambiente en la plaza del Ayuntamiento:
Soy Marina y desde hoy hasta junio soy la corresponsal de este blog en la ciudad de Amberes. Estudio Lenguas Modernas, Cultura y Comunicación en inglés y alemán en la UAM . Tal vez no lo sepáis, pero tanto el inglés como el alemán tienen una hermana no tan agraciada actualmente: el neerlandés. Por lo tanto, si sabes inglés y, especialmente, alemán ya tienes mucho camino recorrido en el aprendizaje de esta lengua (con nada más y nada menos que 38 millones de hablantes). Con lo cual, aprender neerlandés resulta una oportunidad difícil de desperdiciar (la típica oferta 3×2).
Por otro lado, resulta casi imposible evitar admirar la belleza de Flandes y sus ciudades portuarias, que nos dejan estampas dignas de ilustrar postales de Navidad. Paseas por Amberes y degustas de manera gratuita infinidad de sabores y matices del arte: el arte religioso y mitológico, el arte gastronómico, el arte moderno, el arte de la aristocracia, el arte de la moda e incluso el arte industrial.