Una de las cosas que más nos llama la atención a los estudiantes españoles que llegamos a Amberes es el cinematográfico mundo lavandería. Uno está acostumbrado a tener que recorrer como mucho el pasillo de casa hasta la cocina, poner la lavadora y, cuando acabe -o cuando nos apetezca- ya, si eso, recogemos y tendemos la ropa. Por suerte o por desgracia, eso, aquí en Bélgica, se acabó. Para habituarte a la nueva rutina, hoy te traigo los cuatro mandamientos de la lavandería amberina:
1. Amarás tu ropa delicada ante todas las cosas:
Ojo con la ropa con encaje, de punto, con flecos, con adornos o con hilos sueltos. Estas lavadoras no son tan delicadas como la que seguramente tengas en casa y pueden hacer jirones tu ropa delicada en pocos minutos. Puedes lavar esta ropa a mano o, mucho mejor, lavarla dentro de una bolsa protectora especial para lavadora. Para proteger el color de tu ropa puedes separarla en ropa blanca y ropa de color o simplemente comprar en el supermercado tiras de protección de color y lavar toda la ropa junta.
2. Honrarás tu detergente y suavizante
En casi todas las lavanderías de Amberes encontrarás máquinas donde puedes comprar detergentes y suavizantes unidosis por 50 cént. Sin embargo, si piensas hacer la colada una vez por semana o al menos tres veces al mes, quizá te salga más rentable comprar directamente los productos tú mismo en el supermercado.
3. Benerarás el dinero suelto
Dependiendo de la lavandería tendrás que pagar de distintas maneras: en algunas deberás pagar exclusivamente con monedas de 50 cent., en otras con monedas (te recomiendo llevar siempre monedas en lugar de billetes porque es lo más seguro). Con una colada normal (7 kg) el lavado sale aproximadamente por 3.50 – 4.50 euros. Pero tendrás que contar también con los gastos de la secadora (si la necesitas), unos 50 cént. cada 15 min.
4. No tomarás los fines de semana en vano:
Ya sabemos que tienta mucho dejar el momento lavandería para la última hora del domingo, pero, a no ser que quieras ir a hacer amigos (una opción totalmente aceptable), ve entre semana a hacer tu colada. Los fines de semana, te arriesgas a encontrarte todas las máquinas ocupadas.
Una vez hayas puesto la lavadora es el momento de sentarte a esperar leyendo un libro o aprovechar para hacer algún recado por la zona. Durante la duración del programa tanto de lavado (30 min. aprox.) como de secado, tu ropa estará protegida en el interior de la máquina. Nadie, ni si quiera tú mismo/a, podrá sacar la ropa de la lavadora una vez esta ha iniciado el programa.
Soy Marina y desde hoy hasta junio soy la corresponsal de este blog en la ciudad de Amberes. Estudio Lenguas Modernas, Cultura y Comunicación en inglés y alemán en la UAM . Tal vez no lo sepáis, pero tanto el inglés como el alemán tienen una hermana no tan agraciada actualmente: el neerlandés. Por lo tanto, si sabes inglés y, especialmente, alemán ya tienes mucho camino recorrido en el aprendizaje de esta lengua (con nada más y nada menos que 38 millones de hablantes). Con lo cual, aprender neerlandés resulta una oportunidad difícil de desperdiciar (la típica oferta 3×2).
Por otro lado, resulta casi imposible evitar admirar la belleza de Flandes y sus ciudades portuarias, que nos dejan estampas dignas de ilustrar postales de Navidad. Paseas por Amberes y degustas de manera gratuita infinidad de sabores y matices del arte: el arte religioso y mitológico, el arte gastronómico, el arte moderno, el arte de la aristocracia, el arte de la moda e incluso el arte industrial.