Cruzar los arcos que rompen los muros rojizos del Museo Dr. Guislain supone experimentar varios sentimientos contradictorios; la paz transmitida por sus florecidos jardines es invadida por el lúgubre estilo arquitectónico del edificio, los grandes ventanales intentan dar claridad a pasillos interminables que conectan habitaciones sobrias donde no podía faltar alguna alegoría a la religión.
Quizá allá por el año 1.857, los médicos encargados de tratar a los enfermos mentales del primer centro psiquiátrico de Bélgica (o entonces conocido popularmente como manicomio), pensaron que la cura más efectiva a los desequilibrios mentales se hallaba en la religión y por este motivo, el ahora Museo Dr. Guislain nos reciba en el número 43 de la calle Jozef Guislainstraat con una gran estatua de Jesús invitándonos a entrar.
El actual Museo Dr. Guislain nos enseña en su exposición permanente cómo se distribuían las habitaciones de los pacientes y los medios utilizados para luchar contra la histeria, la esquizofrenia o en pocas palabras, la locura. En un contexto donde la religión predominaba ante la ciencia y el desarrollo tecnológico era casi inexistente, no es de extrañar que entre los métodos utilizados hubiese espacio para exorcismos, magia o fuerza combinados con los descubrimientos científicos de la época.
La historia de la psiquiatría de este antiguo centro tendrá un punto de inflexión en 1828 con la llegada de Jozef Guislain, uno de los primeros estudiantes graduados en la Universidad de Gante quien dará una base justificada terapéuticamente al trato de los pacientes con enfermedades mentales, conservándose dicho marco psiquiátrico hasta el año 1991.
Además, el museo ofrece exposiciones temporales para los más curiosos. Actualmente Julie Scheurweghs intenta poner a prueba la vergüenza del ser humano, cuestionándose si podemos calificarla como innata.
Durante su exposición nos mostrará diferentes fotografías, cortos, pinturas y esculturas que intentan dar sentido a la vergüenza humana, partiendo desde los pilares religiosos de Adán y Eva hasta las más actuales situaciones embarazosas.
Seguro sorprenderán detalles como la sutil manera de esconder el sexo a los más pequeños inventando todo tipo de respuestas a la pregunta: Mamá, ¿de dónde venimos? O los reglamentos de principio del siglo XX que prohibían a los hombres bañarse en la playa mostrando el torso o a las mujeres destapadas de rodillas arriba, así como la diferente percepción del cuerpo humano dependiendo de la cultura que se trate y los tapujos impuestos por la sociedad.
¿Te incomoda sentirte observado por alguien? ¿Eres capaz de ser tú quien mantenga esa mirada intensa a un desconocido? La exposición temporal “shame”, que mantendrá sus puertas abiertas hasta el 29 de mayo, intenta dar explicación a esa sensación tan peculiar como el sentir vergüenza.
Horario
Lunes: cerrado
Martes a Viernes: de 9 a 17h
Sábado y Domingo: de 13 a 17h
Precios
Precio base: 8€
Menores de 26 años: 3€
Menores de 22 años: 1€
Menos de 12 años: 0€