Bruselas tiene muchas pequeñas historias escondidas y los edificios que vemos diariamente pueden esconder grandes anécdotas dignas de ser contadas.
Hoy os hablamos del ‘Hotel Amigo’ que es prácticamente imperdible si vamos de camino a ver al Manneken Pis.
Este hotel de cinco estrellas que se encuentra a escasos pasos de la Grand Place antes no era ni más ni menos que…¡Una prisión! Cuesta creerlo pero aquí va una pequeña historia al respecto:
En el siglo XVI este edificio fue una conocida prisión. ¿Por qué actualmente se llama hotel Amigo? Hay dos versiones al respecto. La primera dice que los carceleros españoles confundieron el término flamenco de ‘carcel’ y lo pronunciaban de manera que sonaba ‘Amigo’ y de ahí el origen del mote.
Otra historia cuenta que el origen de este nombre proviene de que los prisioneros, para llamar la atención los carceleros españoles, gritaban ‘Amigo’ con objeto de ganar su simpatía.
Hoy en día poco queda de esta época, pues dormir en las habitaciones de este lujoso hotel puede ascender a los 1000 euros. ¿Quién se lo diría a los ‘amigos’ del siglo XVI?
La próxima vez que paséis aquí con vuestras visitas, ya tenéis una nueva anécdota que contar
Me llamo Guadalupe y aunque nací en Buenos Aires (Argentina) he estado viviendo la mayor parte de mi vida en España (Concretamente en Cataluña y Andalucía). Estudio Publicidad y RRPP y mi debilidad es la creación de contenido audiovisual, eso quiere decir que llevo mi cámara a todos los sitios y tengo una obsesión por documentar mi pequeño paso por la tierra.
Hace un año justo decidí echar la beca para venirme a estudiar en Bruselas y un año después me encuentro aquí, en el centro de la capital europea con miles de historias y experiencias que he vivido en mi primer semestre.
En resumen podría decir que mi primer semestre en Bruselas estuvo repletísimo de emociones; Al principio, me resultó un poco duro alejarme de todo aquello que conocía y había aprendido a querer en España, pero poco a poco Bruselas y su gente me enseñaron que esta ciudad tiene mil y un rincones que hacen que sea imposible aburrirse y hoy en día resulta imposible despegarme de este rincón de Europa al que puedo llamar con orgullo ‘hogar’.