Aparte de las grandes ciudades flamencas, como pueden ser Bruselas o Gante, existen pequeños pueblecitos, quizás algo menos conocidos o visitados, pero que contienen una gran cantidad de esencia flamenca. Por tanto, abro esta especie de sección para hablaros de algunos viajecitos que os recomiendo que imitéis en caso de pasar por aquí y tener algo de tiempo libre. Ahora parece que el tiempo acompaña bastante, así que es un momento ideal. Todos las excursiones las comenzaré desde Lovaina. Hay algunos destinos que son factibles en bicicleta para los algo más experimentados, aunque en transporte público también se puede llegar sin problemas.
La primera ciudad que os presento es Diest. El pueblo de Diest está a unos 32 km al nordeste de Lovaina, pero perteneciente a la misma región del Brabante Flamenco. Tiene aproximadamente unos 25 mil habitantes, está bañada por el río Demer , y conserva gran cantidad de monumentos y construcciones históricos. En 1499 fue comprada por Engelbert, conde de Nassau, convirtiéndose en terrenos de la familia Orange-Nassau hasta finales del siglo XVIII. Nada más llegar, nos dirigimos al centro para encontrarnos con la Grote Markt del pueblo. En ella se encuentran varios edificios de los albores del siglo XVII. Dos ejemplos son las llamadas De Roos y Casa del Kaiser . En dicha plaza nos encontramos también con el ayuntamiento y con la iglesia de San Sulpicio. Es una iglesia de estilo gótico construida en el siglo XIV, aunque tiene una pequeña ampliación en roca blanca.
En nuestro camino hacia la oficina de turismo, encontramos lo que se denomina Lonja de Paños, ya que esta ciudad era un importante centro de producción textil para el resto de la región. El edificio fue construido en 1346. Repartidos por todo el pueblo puede encontrar una ruta muy completa ya marcada en los mapas, en caso de que prefieras hacer todo por tu cuenta. Como muchas ciudades flamencas, Diest también cuenta con un pequeño beguinaje que guarda la misma esencia que el de Lovaina, aunque algo más pequeño. No te olvides también de visitar el Parque Waranda y de contemplar el palacio Nassau, a la salida del mismo.
Otro dato curioso sobre este lugar es que en lo alto del pueblo se encuentre una antigua fortaleza militar, ya en desuso. Se utilizó durante la revolución belga del siglo XIX, y aun quedan alguna ruinas. Todo ello hace de Diest un destino apacible para pasar el día y disfrutar del variado paisaje flamenco.
Soy un madrileño, bastante castizo, nacido hace casi 24 años. Llegué a la ciudad de Lovaina hace dos años para estudiar un Master en Ingeniería biomédica. Soy un gran amante de la literatura y de la historia (sobre todo de las Guerras de Flandes, así que estáis de suerte).
Estos años me he dedicado, además de a beber cerveza, a recorrer los paisajes flamencos en bicicleta. Por tanto, mi idea es enseñaros algunos trucos y rutas interesantes aptas para todos los gustos y condiciones físicas.
Soy un enamorado de la arquitectura flamenca y brabanzona, y me gustan mucho los pueblecitos pequeños, así que intentaré enseñaros lugares menos conocidos o frecuentados. Como ya habréis podido imaginar, soy un gran amante de la cerveza belga ( siempre con responsabilidad) y tanto tiempo aquí me ha dado la oportunidad de probar muchas, así que haré alguna que otra sugerencia para aquel que se deje aconsejar.
Tampoco faltará información sobre festivales de música de todo tipo y forma, uno de los mayores atractivos veraniegos, y de vez en cuando algunos consejos sobre donde comer platos típicos, restaurantes con encanto, alguna fiesta que otra… todo lo necesario para disfrutar de un verano inolvidable.