Las grandes ciudades flamencas se llenan de miles de visitantes y turistas durante los meses de verano, debido a la gran oferta histórico-cultural que ofrecen y por sus temperaturas suaves y agradables. Pasear por dichas calles puede ser un poco agobiante algunos días del verano para aquellos que están acostumbrado a un ambiente algo más tranquilo. Sin embargo, Flandes también ofrece pequeños lugares pintorescos algo alejados del bullicio de la gran civilización y que te permitirán entrar en contacto con la naturaleza. Un buen ejemplo es la pequeña ciudad de Zoutleeuw, y la reserva natural localiza a escasos kilómetros del mismo.
Zoutleeuw está localizado a unos 30 kilómetros al este de Lovaina, entre las locaidades de Tienen y Sint Truiden, en la región de Brabante. Fue una villa bastante importante en el gran esplendor que disfrutó la zona en los siglos XIV y XV, ya que era un habitual lugar de paso fluvial entre los rios Mosa y Escalda. Sin embargo, esta ciudad fue yendo poco a poco a menos, convirtiéndose hoy en día en un tranquilo y apacible pueblecito de unos 6 mil habitantes, muy transitado por ciclistas.
En cuanto a la arquitectura local, destacamos sobre todo dos edificios importantes. El ayuntamiento fue construido durante el siglo XVI, iniciando las obras en 1528. Este conjunto gótico contiene en su parte frontal varios medallones y escudos de armas de la época. Si nos fijamos bien, de los seis que vemos en la imagen, el central superior es el escudo de Carlos I, aunque en piedra no se distinguen muy bien sus elementos, pero si reconocemos las águilas del Imperio y el Toisón de Oro rodeando los escudos de todas las regiones dominadas por el monarca flamenco en esa época. También encontramos los nichos de la Virgen , franqueada por San Leonardo y San Sulpicio. En la misma plaza encontramos la iglesia de San Leonardo, que comenzó a construirse a mediado del siglo XIII y es bastante grande para lo que es el pueblo hoy en día. En su interior se halla el tabernáculo de madera más grande de Bélgica, aunque se encuentran en tareas de restauración.
La dosis prometida de animales y plantas la encontramos en la reserva natural Het Vinne. Una gran laguna gobierna el lugar, donde una gran cantidad y variedad de aves tienen su residencia habitual, siendo a su vez un importante punto para controlar las migraciones. Varios miradores a lo largo de la laguna te permitirán ver más cerca a los pájaros y contemplar el paisaje. Lugar muy frecuentado por familias cuando hace buen tiempo, y una de las reservas naturales más importantes de todo el país.
Soy un madrileño, bastante castizo, nacido hace casi 24 años. Llegué a la ciudad de Lovaina hace dos años para estudiar un Master en Ingeniería biomédica. Soy un gran amante de la literatura y de la historia (sobre todo de las Guerras de Flandes, así que estáis de suerte).
Estos años me he dedicado, además de a beber cerveza, a recorrer los paisajes flamencos en bicicleta. Por tanto, mi idea es enseñaros algunos trucos y rutas interesantes aptas para todos los gustos y condiciones físicas.
Soy un enamorado de la arquitectura flamenca y brabanzona, y me gustan mucho los pueblecitos pequeños, así que intentaré enseñaros lugares menos conocidos o frecuentados. Como ya habréis podido imaginar, soy un gran amante de la cerveza belga ( siempre con responsabilidad) y tanto tiempo aquí me ha dado la oportunidad de probar muchas, así que haré alguna que otra sugerencia para aquel que se deje aconsejar.
Tampoco faltará información sobre festivales de música de todo tipo y forma, uno de los mayores atractivos veraniegos, y de vez en cuando algunos consejos sobre donde comer platos típicos, restaurantes con encanto, alguna fiesta que otra… todo lo necesario para disfrutar de un verano inolvidable.