Ya hemos dado durante los últimos meses algunas pinceladas de algunos de los hechos más importante de la primera Guerra Mundial en suelo flamenco. La gran Guerra tuvo un gran impacto en la memoria colectiva de sus ciudadanos, y muchas son las ciudades que guardan tributo a los caídos por la causa. Sin embargo, si realmente existe un lugar que representa la esencia y el horror de tan magno y horrible enfrentamiento, ese es la ciudad de Yper.
Dicha ciudad fue destruida varias veces durante aquellos cuatro años. Diversas batallas se libraron en dicha ciudad, convirtiéndose en un enorme y macabro cementerio. La ciudad quedo totalmente destruida, y famosas son las fotos que muestran el estado de una de las plazas más grandes de todo el país. Ademas, dicha ciudad cede su nombre al primer gas pimienta que se uso en la batalla ( iperita), ya que fue el primer lugar donde se utilizó en batalla. Hoy en día, decenas de cementerios pueblan los alrededores de la pequeña villa, recordando la gran cantidad de hombres que perdieron la vida en esos campos, cualquiera que fuese el bando.
Varios vestigios, además de los cementerios, quedan de aquellos días. Poco o nada se divisa hoy de aquella destrucción en el moderno y renovado ayuntamiento de Yper. Sin embargo, en su interior nos encontramos con una magnifica colección de piezas y documentos de la guerra. Ropajes, cartas, armas, balas, y una larga lista de utensilios que nos traslada al infierno de aquellos años, cuyo centenario se rememora estos años. Toda la colección forma el museo”In Flanders Fields”, y es una de las piezas más impresionantes de toda la rivera del río Yser.
Además del ayuntamiento, otro lugar forma parte del espíritu de aquellos horribles días. Me refiero a la Puerta de Manen, un gran Memorandum a la salida de la ciudad, donde se recogen todos los caídos del bando aliado en aquellas tierras. Muchos británicos visitan este lugar sagrado para sus militares, ya que cada día a las 8 de la tarde se realiza un pequeño homenaje por todos los caídos. Por suerte, hoy en día Yper goza de una gran tranquilidad, pero se tardará mucho en tiempo en borrar aquella cruenta huella que la guerra dejó en dicha ciudad.
Soy un madrileño, bastante castizo, nacido hace casi 24 años. Llegué a la ciudad de Lovaina hace dos años para estudiar un Master en Ingeniería biomédica. Soy un gran amante de la literatura y de la historia (sobre todo de las Guerras de Flandes, así que estáis de suerte).
Estos años me he dedicado, además de a beber cerveza, a recorrer los paisajes flamencos en bicicleta. Por tanto, mi idea es enseñaros algunos trucos y rutas interesantes aptas para todos los gustos y condiciones físicas.
Soy un enamorado de la arquitectura flamenca y brabanzona, y me gustan mucho los pueblecitos pequeños, así que intentaré enseñaros lugares menos conocidos o frecuentados. Como ya habréis podido imaginar, soy un gran amante de la cerveza belga ( siempre con responsabilidad) y tanto tiempo aquí me ha dado la oportunidad de probar muchas, así que haré alguna que otra sugerencia para aquel que se deje aconsejar.
Tampoco faltará información sobre festivales de música de todo tipo y forma, uno de los mayores atractivos veraniegos, y de vez en cuando algunos consejos sobre donde comer platos típicos, restaurantes con encanto, alguna fiesta que otra… todo lo necesario para disfrutar de un verano inolvidable.