Cuando la iluminación y decoración navideña se apodera de una ciudad siempre la suele embellecer, pero lo que ha hecho este año con Bruselas es digno de contar.
Ayer, después de dos semanas sin pisar la Grand Place, me dispuse a dar un paseo por el centro y no fue pequeña mi sorpresa al ver que por fin ya había llegado la Navidad a Bruselas!!
Todas las calles colindantes al centro tenían sus fachadas iluminadas de muchísimos colores y el espíritu navideño se notaba fuertemente en el ambiente.
En plena Grand Place colocaron un arbol gigante y precioso, que se convertía en el centro de las fotos de todos los transeúntes. En un lateral de la plaza había montado un Portal de Belén gigante que tampoco podía pasar desapercibido para todos los curiosos y amantes de la Navidad.
En el camino entre la Grand Place y La Bolsa hay un montón de puestecitos con cosas típicas de esta época del año y puedes encontrar desde bolas de navidad para tu árbol, nuevas figuras para el Portal de Belén o simplemente un bonito recuerdo de esta ciudad. Os aseguro que merece la pena detenerse en estos puestos porque hay muchos que tienen cosas realmente increibles.
Pero no podemos dejar pasar por alto todooos los puestos de bebida y comida que son de lo más apetecibles. En los de bebida podíamos encontrar desde café o chocolate caliente, hasta zumos de frutas exóticas o incluso shots de bebidas alcohólicas. Por su parte, en los de comida, primaban los de dulces, gominolas, galletas o algodón de azúcar. Pero también podíamos encontrar algunos de venta de pescadoo de patatas.
El punto clave llegó cuando me acerqué hasta la bolsa. Miles de luces caían por su fachada formando un espectáculo visual impresionante. Además, 8 grandes balancines ocupaban la plaza dejando disfrutar a pequeños y mayores de una vuelta a la infancia y a retomar ese espíritu navideño que hay que negarse a perder.