Volvemos a Bruselas y volvemos al mundo del cómic! Esta vez hablaremos sobre el Museo del cómic, o Centre Belge de la Bande Dessineé, el lugar donde los cómics son protagonistas, en el país donde los cómics son protagonistas.
Si venimos de Lovaina, como debe ser el caso, aquí encontraremos opciones de transporte para acercarnos a la capital belga. Tras bajarnos en Brussel Centraal, nos tenemos que dirigir aquí. Por el camino, podemos ver la catedral de Sint Michiels, y tras un paseo de unos 10-15 minutos, llegaremos a destino.
El museo lleva más de 25 años recopilando cómics, haciendo exposiciones y enseñando cómo es el mundo del cómic, principalmente de Bélgica. Desde exhibiciones temporales hasta zonas de exposición permanentes, como las de Tintín o los Smurfs, su biblioteca, o su tienda, este lugar tiene todo lo necesario para perderse durante un rato entre las páginas.
Lo primero que llama la atención del museo es el propio edificio, un bonito representante del estilo Art-Noveau, donde priman el acero y el cristal, además de las forjas con motivos vegetales. El edificio fue diseñado por el célebre Victor Horta, y sirvió como almacén de telas hasta que años más tarde, ya en el siglo XX, fue restaurado y reconvertido en museo en 1984.
Al entrar en su vestíbulo, vemos a nuestra izquierda la tienda, la biblioteca, y al fondo unas escaleras que nos llevan a la primera planta, donde realmente comienza el museo. Hay multitud de figuras a tamaño natural que adornan el vestíbulo, entre las que no puede faltar el cohete de Tintín (no a tamaño natural, claro).
Al subir las escaleras llegaremos a la recepción del museo, donde los estudiantes podremos entrar con 7€ por delante (puede parecer caro, pero vale mucho la pena si te gustan los cómics y disfrutas de este arte).
El museo ofrece varias exposiciones permanentes, entre las que destacan las de los dos autores con más renombre de Bélgica, Hergé y Peyo. Las otras son de carácter general, como La Historia e Invención del cómic, donde se tratan sus orígenes y los primeros cómics, El arte del cómic, donde se explican algunas de las técnicas de dibujo y diseño más conocidas, o una especialmente dedicada al arquitecto Victor Horta, con sus edificios más famosos y donde se cuenta también la historia de este antiguo almacén de telas.
La zona de Hergé, evidentemente es la más visitada, y podemos aprender bastante sobre Tintín, y otras obras menos conocidas del autor. Cuenta desde cómo se dibujan los protagonistas, hasta las historias de algunos objetos famosos relacionados con Tintín y los personajes que salen en varias de las aventuras.
En la zona de Peyo, creador de los Smurfs, o pitufos, también se exhiben algunos de las viñetas más famosas, se explican las características de los personajes y se hace un recorrido por su obra.
Por último, también hay exposiciones temporales que se renuevan con frecuencia, a lo largo de los pasillos que forman los muchos paneles con la información y las viñetas de cómics representativos.
Para terminar, se pueden comprar muchos de los cómics que se han visto durante la visita, en la tienda, además de otros tipos de merchandising, o entrar en la biblioteca, enseñando el ticket de entrada al museo. En la biblioteca hay miles de cómics belgas o de otros países, y cojines blanditos para sentarse y pasar un buen rato leyendo.
Museo recomendadísimo para estudiantes y viajeros! Más cómic y viajes con #ErasmusLovaina