¡Muy buenas a todos de nuevo! Hoy os hablare sobre uno de mis lugares favoritos de Bruselas. Si hace poco hablábamos del bosque de Halle como uno de los bosques más idílicos para visitar en esta época del año, el parque natural de Tervuren es otra de las zonas que forman el cinturón verde que rodea a la ciudad junto con el “Fôret de Soignes”. Con un encanto difícilmente descriptible, está situado más próximo al área metropolitana, y es accesible con el transporte público (abono de la STIB). La línea 44 desde Montgomery (accesible por metro, tren y bus) nos lleva directamente a la estación de Tervuren. Desde allí, solo 2 minutos nos separan de uno de los parajes más tranquilos y hermosos de Bélgica.
Este paraje natural es perfecto para visitar en cualquier estación del año. En invierno las nevadas son abundantes y los lagos quedan congelados y se pueden tomar fotos increíbles, además de ver atrevidos ciudadanos que patinan y juegan al hockey. En primavera el paisaje de bosque es espectacular y en verano cuando el Sol lo permita, es un esplendido lugar para realizar picnics y tomar un poco de vitamina D.
Las imágenes hablan por sí solas y como siempre os animo a visitar la cuenta flickr: (https://www.flickr.com/photos/erasmusenflandes/albums/72157680961745311) para que veáis algunas imágenes más.
El parque tiene su origen en un coto de caza del Conde De Brabante. Con el paso de los años, paso a manos de la Familia Real Belga, que construyó un palacio en el centro del bosque que posteriormente fue transformado en el museo real de África Central para mostrar el colonialismo Belga.
Algunos detalles para los amantes de la naturaleza: podemos encontrar zorros, gansos, patos y demás aves entre la fauna de Tervuren, pero sobre todo destaca el canto de los pájaros: una melodía que representa la vitalidad y armonía del bosque.
¡Encuentra un día libre en tu agenda y déjate encantar por este paisaje de cuento de hadas! Hasta la próxima