Hoy toca examen: venga, que ya lleváis una temporadita pasándoos por aquí, a ver: ¿Cuál es la parte más antigua de Amberes? ¿Lo sabéis? Bueno, pues quedaros conmigo y hoy os llevo a descubrir unos cuantos datos sobre lo más remoto y profundo de las entrañas de esta gran ciudad de Amberes…
Así, nos vamos a la parte más antigua de la ciudad, donde se encontraba el centro neurálgico antaño, o al menos lo que queda de ello:
Nos vamos a la calle Vleeshuisstraat, donde aún se conservan dos grandes muestras de lo que fué la gran muralla de la ciudad.
Como muchas otras ciudades para protegerse de las invasiones, Amberes desde tiempos remotos se encontraba rodeada por una muralla. ¡Y menuda muralla!, antes sí que sabían construir bien, pues sus piedras y estructura data del siglo X. Es cierto que no es una muestra muy grande, pero sí nos sirve para hacernos una idea de la magnitud y la altitud de las fortificaciones de antaño.
Una muestra un poco más grande de la antigüedad de Amberes, es el famoso castillo de Het Steen, el cuál data del siglo XII. Aunque en su contra, hay que decir que éste se preserva con remodelaciones posteriores, lo cuál podemos notar en el cambio de piedra de la parte inferior (antiquísima), a su parte superior, con otro color y disposición ligeramente distintos. (Más información de la historia y leyenda de este castillo en: https://www.erasmusenflandes.com/amberes/9597-2/)
Como hoy va de reliquias y antigüedades, también os diré que si os adentráis en el castillo, podréis encontraros el reloj de media hora más viejo ¡del mundo! ¿Quién quiere probar a girarlo y esperar para ver si aún sigue siendo preciso? Os sorprenderéis de lo rápido que pasa el tiempo.
Por último, aunque este no se encontraba en la época medieval, me gustaría mostraros muy cerca de la muralla, en la calle Vleeshouwersstraat, justo enfrente de la puerta del Museo Vleeshuis, una escultura en bronce de cuatro manos unidas, convergiendo en un centro, que representa así el lugar donde se encontraba el centro histórico de la ciudad en el pasado. Esta peculiar estatua, es obra de los arquitectos R.groothaert y L.hagelstein, en una alabanza y un recuerdo al gran florecimiento de la ciudad que comenzó en este mismo punto.