¡Hola otra vez!
En el post de hoy os voy a hablar de un lugar que no mucha gente visita, a pesar de estar muy cerca del centro, a escasos 10 minutos a pie de Grote Markt. Se trata de la Abadía de Santa Gertrudis y el Klein Begijnhof o Pequeño Beaterio. Es una zona tranquila, bonita y llena de historia. Tuvo un papel importante en el desarrollo de la ciudad y hoy en día ha recuperado su belleza gracias a muchos procesos de restauración.
La abadía fue fundada en el siglo XIII con tan solo 12 monjes de la orden de San Agustín. Tras la ocupación francesa en el siglo XVIII, fue cerrada hasta que, al terminar la Primera Guerra Mundial fue reabierta como abadía benedictina para las monjas de Lieja. Este complejo eclesiástico tuvo que cerrarse cuando las monjas abandonaron Lovaina para dirigirse a Lovaina la Nueva cuando se produjo la separación de la universidad. Aun así, la iglesia de la abadía, construida poco después de ésta, todavía está en funcionamiento. De su interior destacan los asientos del coro, tallados en madera y siguiendo un estilo gótico tardío. Sus imágenes son principalmente escenas bíblicas. Sin embargo, lo más famoso de la Iglesia de Santa Gertrudis es su torre de 71 metros, una de las Siete Maravillas de Lovaina. Se construyó sin utilizar ni un solo clavo, motivo por el cual se incluyó en esta lista. Fue obra de Jan van Ruysbroek, encargado de construir la torre del Ayuntamiento de Bruselas. La torre, junto con su carillón, se ve en toda la zona, debido a que los edificios de alrededor son de baja altura. La abadía cuenta con un patio interior perfecto para pasear.
Tras la fundación de la Abadía de Santa Gertrudis, surgió en sus inmediaciones un pequeño beguinaje o beaterio, denominado Klein Begijnhof. Al contrario que el Groot Begijnhof, éste tenía solo una calle y un par de callejones. Nunca llegó a superar el centenar de beguinas, pero el Klein Begijnhof subsistió a lo largo de los siglos hasta que quedó en desuso. A finales del siglo XX, el Ayuntamiento de Lovaina decidió reformar todo el conjunto. Las casas fueron pintadas de blanco para darle un aire un poco diferente al Groot Begijnhof. Fueron vendidas a particulares y actualmente son todo viviendas. Aun siendo una única calle con dos callejones, el beaterio con sus casitas blancas y calles adoquinadas es una maravilla. Todavía puede palparse la paz y la tranquilidad propias de un beaterio.
Recomiendo encarecidamente pasear por la Abadía de Santa Gertrudis y Klein Begijnhof, ya que son lugares no tan frecuentados por turistas y que además tienen mucha historia detrás. La iglesia de Santa Gertrudis abre para visitas los sábados y domingos, de 13:30h a 16:30h, desde abril hasta septiembre.
¡Espero que os guste!
Soy Marina, la nueva corresponsal Erasmus en Lovaina. Estudio arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid y cursaré cuarto en la KU Leuven. Hace apenas unos días que he llegado a la que será mi nueva casa durante este curso, y todavía no me lo creo. Tengo la sensación de que he venido aquí de viaje y que en unos días me toca volver a Madrid. ¡Pero no! Ahora empieza la aventura de acomodarse a esta nueva ciudad la cual seguro me sorprenderá a lo largo del año. Elegí Lovaina por varias razones, entre ellas el prestigio de su universidad y evidentemente su ambiente universitario.
Todo estudiante quiere ir a un sitio donde además de estudiar también lo vaya a pasar bien, las cosas como son. Además considero que Lovaina, y todo Bélgica, tiene una amplia oferta cultural que hará que cada día aprenda algo nuevo. Poco a poco iréis descubriendo conmigo cosas interesantes y útiles de esta ciudad, aparte de daros consejos a los futuros Erasmus. De momento todo lo que os puedo decir es que traigáis chubasquero y ¡muchas ganas de disfrutar!