Ahora me arrepiento de no haber descubierto este lugar antes. Lovaina tiene una cualidad extraordinaria. Dentro de ser una ciudad de tamaño medio, de poca extensión y cualificada como ciudad estudiantil, tiene una gran variedad de lugares extraordinarios y en cierta medida desconocidos.
Abdij van Park es un parque alrededor de una antigua abadía, que se encuentra al sur del anillo de la ciudad. Creo que no he disfrutado tanto de un paseo en bicicleta en bastante tiempo («tiempo Erasmus» pues la cantidad de experiencias en 3 meses puede ser equivalente a las que tienes en España en 1 año). Este lugar te otorga una sensación de paz especial. Parece que te has transportado a otra región, parece que no estuvieras en Lovaina y que hubieras ido a una zona rural de Bélgica en la que vestigios del remoto pasado crean una atmósfera maravillosa.
Una abadía cuyo origen data de 1129 y que conserva un aspecto prácticamente idéntico al que adquirió en el siglo XVII. Frente a ella, grandes estanques en los que el sonido de la naturaleza toma protagonismo. Los patos, el viento acariciando el agua y la vegetación que bordea el humilde lago. Caminos de tierra y barro en los que montar en bicicleta, pasear o correr. Una asombrosa tranquilidad que te transporta a un estado placentero.
A su alrededor, diversas granjas y huertas de trabajadores locales. Productos ecológicos que además se pueden adquirir directamente de los agricultores y ganaderos. Y ello se debe a la iniciativa de agricultura orgánica De Wikke, que potencia la economía local y ecológica. En la propia abadía existe una tienda en la que poder adquirir estos productos en los siguientes horarios:
- Martes: 10 a.m. – 6.30 p.m.
- Viernes a sábado: 10 a.m. – 5 p.m.
En la abadía también se encuentra PARCUM, museo de religión, arte y cultura, que busca relacionar temas contemporáneos con la herencia artística religiosa de siglos pasados. Apto para todos los públicos, sin importar creencias religiosas o edades.
También esta abadía se encuentra en un ambicioso proyecto de renovación, que se espera que sea culminado en 2025. Quien sabe, quizás sea una buena fecha en la que volver.
Y cuando acabas la visita o el paseo, coges la bici y te das cuenta de que en 10 minutos has llegado al centro de Lovaina. Y sonríes, porque la distancia parece inexistente, porque crees haberte teletransportado entre dos lugares diferentes, porque todavía tienes esa sensación de atemporalidad que la agradable paz del lugar te ha regalado.
Soy Víctor Labián Carro y a partir de mediados de septiembre estaré 10 meses viviendo en Lovaina y estudiando en KU Leuven. Estoy seguro de que será una experiencia única en la vida, de esas en las que te gustaría recoger tus vivencias en un librito de viajes, en el que el que colocas con mimo esas fotos de lugares, comidas, amigos… Pero ¿por qué no aportar a ese libro un valor adicional y que no sea únicamente una fuente de nostalgia que intensifique nuestros recuerdos? ¿Y si es de utilidad compartir esas experiencias con futuros estudiantes Erasmus de Lovaina? Pues sí, lo es y mucho, porque he de reconocer que todos los consejos, opiniones y vivencias de estudiantes en Lovaina me han ayudado en gran medida a planificar este viaje, o, al menos, esas cosas que puedes tratar de planificar en una aventura tan mágica por desconocida e impredecible. Ya no utilizamos plumas ni pegamos fotos con pegamento, pero sí que subimos a internet fotos y videos y escribimos en blogs. Es ahí donde aparece la iniciativa de ser Corresponsal Erasmus en Flandes, donde encuentro la forma de compartir ese libro aún por escribir o, mejor dicho, de aportar algo de valor a ese libro que entre todos estamos escribiendo.