La historia religiosa de Flandes es amplia e importante. Prueba de ello es, entre otros, la existencia de una universidad católica en Lovaina (aunque actualmente actúa con independencia respecto a la Iglesia): la KU Leuven. La ciudad de Lovaina, como una de las más importantes del Brabante (actualmente siendo la capital de la parte flamenca de esta provincia histórica), cuenta con diversas iglesias y abadías, algunas de las cuales han protagonizado varias entradas del blog (Sint-Geertruikerk, Sint-Pieterskerk, Abdij van Park, Abdij Keizersberg) Hoy os traigo otra de las abadías de Lovaina: la Abdij van Vlierbeek. Seguramente sea una abadía de la que no hayas oído mucho hablar, puesto que la más conocida en Lovaina es la Abdij van Park. Sin embargo, no por ello es menos importante. Situada en el barrio de Kessel-Lo, al noreste de Lovaina, la Abdij van Vlierbeek empieza su historia en 1125, cuando el conde de Lovaina y duque del Brabante decide donar unas tierras a la abadía benedictina de Affligem.
A partir de entonces, la abadía pasó por diversas etapas: desde un priorato inicial, a una abadía independiente un poco más adelante, con varios edificios a lo largo de su historia. El primero de ellos, construido con arcilla, fue sustituido en 1170 por otro de estilo románico. En 1572, las tropas de Guillermo de Orange destruyeron la abadía mediante un incendio, de modo que tuvo que ser reconstruida. La parte más importante de esa recostrucción fue llevada a cabo por uno de los arquitectos más importantes del momento en esta zona, Laurent-Benoît Dewez (1731-1812), cuyo edificio de estilo neoclásico es el que se conserva en la actualidad.
A finales del siglo XVIII, sin embargo, la abadía sufre un duro golpe: por orden napoleónica, las abadías fueron suprimidas y sus posesiones vendidas a particulares. Este suceso fueron un gran desastre para la Abdij van Vlierbeek: aunque pocos años más tarde los monjes volvieron a la abadía, nunca más tuvo la misma importancia que hasta 1796.
Aunque está situada fuera del anillo de Lovaina, es muy fácil acceder a ella, especialmente en bicicleta: es un lugar muy bonito donde pasear, con un ambiente muy diferente al centro de Lovaina. Además, muy cerca de la abadía se encuentra el parque de Kessel-Lo, uno de los más grandes de Lovaina.
Me llamo Alejandro Caravaca Hernández, y seré el corresponsal de Turismo en Flandes y Bruselas en Lovaina durante el primer semestre del curso 2018/2019. Ya me iréis conociendo poco a poco (nos esperan 5 meses por delante) pero, a modo de presentación, os explicaré brevemente quién soy y qué espero de mi experiencia en Lovaina.
Nací en noviembre del 1997, hace poco menos de 21 años, y vivo en Montcada i Reixac, un municipio de la periferia de Barcelona. Estoy estudiando 4º de Pedagogía (por si alguien se lo estaba preguntando, no es lo mismo que podología ni que logopedia) en la Universitat Autònoma de Barcelona, una de las universidades públicas catalanas. Me considero una persona activa y sociable, y participo en iniciativas socioculturales del municipio donde vivo, además de ser representante estudiantil en mi facultad. Entre mis hobbies destacaría el teatro: formo parte de un grupo de teatro amateur en Montcada i Reixac. De hecho, hace unos meses estrenamos un musical basado en la película Moulin Rouge, en el que pude interpretar el papel del antagonista, “el Duque”.