Sentir las raíces del mundo a través de la 🎼música🎼, disfrutar de las composiciones de Bach o del cine de Laurel & Hardy, bailar una samba o una carioca al ritmo de la increíble música brasileña… Todo esto, mis queridos lectores, fue todo lo que pude gozar en uno de los eventos más sensuales y espléndidos del, ya conocidísimo por todos nosotros, Gent Festival.
Esta celebración musical de las melodías de todo el mundo tuvo lugar en el Jardín de las Carmelitas, por lo que no sólo fue una auténtica experiencia a nivel auditivo si no también visual, que entre canción y canción amigos, más de uno estaba tentado a autorregalarse un ramo cosechado por sí mismo.
El evento en cuestión fue el ✨Afternoon Delight✨, el cual fue protagonizado por el grandísimo compositor e intérprete musical Gwen Cresens junto a los miembros de su cuarteto. Interpretaron, como ya he mencionado en un principio, todo tipo de estilos musicales procedentes de diferentes localizaciones a lo largo y ancho del globo, creando así un ambiente festivo en toda regla que pasó por diversas fases pero nunca dejó indiferente a nadie y mucho menos, sentado en su silla. Los cuerpos de todos los asistentes se sentían electrizados ante tal despliegue de sensaciones sonoras, hasta tal punto, que en la Danza de Anitra de Grieg, los espectadores empezamos a balancearnos en los asientos y a tocar las cuerdas vaporosas de la imaginación con nuestros dedos.
Su programa fue una auténtica delicia para el oído, pasando desde composiciones como The Irish Ballad de Eddy Marnay y Emile Stern, a Toots Thielemans con Viejo amigo, Chop Chop del anfitrión ante nuestros ojos, Gwen Cresens o Astor Piazzolla con Libertango. Todas las piezas tuvieron algo especial, pero las dos últimas mencionadas, fueron como el gran estallido en la mente del asistente. Con deciros que las flores del jardín se quedaron fuera de nuestro entorno sensorial, imaginad la abstracción.
Llegados a este punto del post no puedo seguir postergando las presentaciones, más que necesarias en esta ocasión, para que los nombres de estos músicos se queden en vuestra retina y corráis a sus conciertos solo con leer la primera letra de sus nombres.
Al tratarse de un cuarteto, si eres un poco rápido o se te daban medio bien las matemáticas, sabrás que se tratan de cuatro individuos, los cuales son varones y como todos podemos imaginar, aman cada nota y pentagrama. En primer lugar, el ya mencionado Gwen Cresens, el cual representa al líder de este íntimo grupo musical además de ser el acordeonista del mismo, luego encontramos al Thelonious Monk belga, Bart Van Caenegem al piano🎹, a Janos Bruneel con su contrabajo🎻 y por último pero no menos importante, Matthias De Waele junto a la batería🥁.
Tras las presentaciones, en este caso más que agradables, os traigo la guinda que hace que este acontecimiento sea algo redondo, redondísimo vamos. El atardecer, buena música, ambiente cosmopolita como el que dice y… 🤩MERIENDA🤩, pero no una merienda cualquiera de sándwich y zumo como la de nuestra más tierna infancia, un auténtico banquete y deleite al paladar que viene de la mano de Coeur Catering con pasteles caseros🍰, ensaladas de frutas frescas🍓 y hasta un brownie del mejor chocolate amargo belga🍫.
¿Se puede pedir algo más? Bueno algo más sí, pero nosotros somos de los pequeños detalles, ya me entendéis hemelen.
En conclusión y para cerrar mi espectáculo, que me gusta a mí un buen despliegue y que canten otra, si tenéis la maravillosa oportunidad de disfrutar de ellos, no lo dudéis, porque todos sabemos que la música une a las personas, pero estos señores con la atmósfera que generan, unen las almas y lo más importante, las hacen felices.
Os dejo su link a Spotify para que podáis disfrutar casi igual que como lo hice yo.
Un fuerte abrazo,
Rosa Bleda💛
¡Hola a todos! Mi nombre es Rosa Bleda y soy estudiante de Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid, aunque realmente no soy madrileña sino manchega, de un pequeño pueblo llamado Hellín. Entre mis cosas favoritas en el mundo están el arte (pertenezco a un grupo de investigación en la UCM), el cine, la música, el gusto por la comida y sobre todo leer, me encanta que me cuenten historias, sin embargo no niego que algún día quisiera contarlas yo.
Mi sueño es ser comunicadora y trabajar en televisión, pero eso no significa que no aspire a más cosas en la vida, ya que el poder dirigir una película, escribir en un periódico o comisionar una exposición artística me resulta bastante tentador. También la idea de doblar algún personaje en un futuro o interpretar una obra de teatro, como La Casa de Bernarda Alba o La dama del alba, y eso que no me llamo Alba.
El motivo por el que elegí Bélgica como país de destino Erasmus, es que siempre me he sentido muy atraída por dicho país y su cultura, uno de mis pintores y comidas favoritas son procedentes de ese mágico lugar, cómo no Magritte y los gofres, combinación majestuosa donde las haya. Pero ojo, que no me olvido de las famosísimas y más que aclamadas patatas fritas, otro de mis favoritos en mi menú personal, aunque también quiero lanzarme a probar todo tipo de plato típico ya que mi sueño frustrado siempre será el ser crítica gastronómica (Ratatouille tiene gran culpa de ello).
Dicho esto, toca desvelar cuál es la ciudad a la que me dirijo a partir de Septiembre de 2020, y que me acogerá hasta que llegue la Navidad y toque volver a casa como el turrón. Mi destino Erasmus es Gante, esa pequeña ciudad portuaria que en tiempos de juglares era la reina de Europa. Seré sincera, tengo muchísimas expectativas en ella, y no es para menos la verdad.