Como ya habéis podido comprobar a lo largo de los diferentes posts de los últimos meses, Gante es una ciudad que destaca por la perfecta sintonía de sus edificios, sus zonas verdes, un centro histórico envidiable y por ser un amplio espacio cultural abierto al mundo.
Hoy os queremos mostrar una de las partes más conocidas de la ciudad desde otra perspectiva: El Graslei o el Canal de Gante. Y es que ya sea nevando, lloviendo o a plena luz del sol, el Graslei es probablemente el lugar favorito para todos los que visitan el destino estrella de Flandes. Con el Puente de San Miguel al fondo y rodeado de agua y casas de cuento, no hay nadie que se resista a hacerse una buena foto para el recuerdo. Además, pese a que suele ser un lugar transitado, pocas veces se ve a los ganteses reunidos charlando o escuchando música en ambos lados del río… ¡menos cuando sale el sol y suben las temperaturas en verano!
En esta época del año, con las lluvias y las bajas temperaturas desapareciendo del panorama hasta como mínimo octubre, el centro de la ciudad se convierte en un punto neurálgico de actividad. Por su parte, el Graslei se llena de jóvenes los fines de semana que quieren desconectar del trabajo o de sus estudios escuchando música y parloteando en grupos a lo largo de todo el canal. Rodeado de bares y restaurantes, Erasmus en Gante os aconseja que si decidís visitarnos durante esta época del año, ¡os animéis a pasaros y a mezclaos entre la joven multitud de la ciudad!
A tan sólo escasos metros andando de dos zonas tan céntricas como la Korenmarkt o la Groentenmarkt, podréis degustar en esta última de las auténticas narices de Gante o Cuberdons, uno de los dulces más típicos de la ciudad que os hará la boca agua.