Una noche después de un día agotador de estudio, una amiga y yo decidimos salir a dar una vuelta por Gante. Solíamos hacerlo de vez en cuando… especialmente en época de entregas de trabajos, o de exámenes. Nos encantaba ver la ciudad de noche, respirar aire frío y con la excusa picar algo en algún restaurante o frituur.
Esta vez sin pensarlo acabamos en Balls & Glory. Tras cruzar parte de la calle peatonal de la zona de tiendas, giramos ligeramente hacia la izquierda mientras repasábamos mentalmente el temario. Sinceramente no teníamos una ruta programada ni un destino concreto. Hasta que pasamos por la puerta del restaurante. Fue la ubicación, el lema y el moderno diseño del local los tres elementos que nos empujaron a entrar.
Habíamos oído hablar mucho de este restaurante, especialmente entre nuestros amigos belgas, pero nunca habíamos tenido la oportunidad de ir a probarlo. Quizá por tiempo o por desconocimiento de las calles.
“Good night, What do you want for dinner, meat balls or veggie ones?” nos preguntó amablemente el camarero. No teníamos ni idea de qué pedir, ni siquiera en qué consistía el menú. Así que nos tiramos a la piscina e improvisamos. El camarero era demasiado majo como para llevarle la contraria.
Y como dice mi padre, las ventajas de dejarse aconsejar a ciegas tiene sorpresas tan deliciosas como esta. A la mesa nos llego una crujiente albóndiga de pollo acompañada de Stoemp, un puré belga casero de patatas y verduras, y salsa holandesa. “Sólo servimos albóndigas hechas a mano, pero rellenas con mucho amor,” nos dijo.
Ante nuestro desconocimiento el camarero aprovechó para contarnos brevemente la filosofía del restaurante. Nos dijo que el fundador, Wim Ballieu, es un nieto de granjeros al que desde pequeño le encantaban las albóndigas cocinadas según una receta típica de la región de Flandes. A partir de ahí fundó el concepto de Balls & Glory, albóndigas rellenas de gloria.
Su menú cambia en función del día. Consiste en la elección entre dos tipos de albóndigas servidas sobre una ensalada o sobre el famoso Stoemp y el precio es de 12€ con agua y 15€ con cerveza. También puedes añadirle postre y limonada homemade.
Después de nuestra experiencia os aconsejo que vayáis a probar este restaurante. Es toda una nueva experiencia, desde la disposición de las mesas hasta el producto final.
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