Es un viernes cualquiera y acaba de comenzar el curso en España (todavía no ha comenzado mi Erasmus). Unas estudiantes que acabo de conocer en la facultad me llaman por teléfono, me dicen que van a celebrar una cena internacional en un rato, que quieren cocinar algo rápido y que estoy invitado. Hasta aquí todo bien (y hasta aquí todo en inglés). Pero de repente, una de ellas me pregunta que si tengo una freidora, que la necesitan urgentemente. Voy a la cocina, abro el armario, busco por todas partes pero no encuentro ninguna. ¿Para qué querran una freidora? Finalmente, la encuentro encima de la estantería.
Unos segundos después, me dicen “Te esperamos en media hora. Y así, pruebas… ¡las frietjes!”
¿Friet-jesh? Me dije a mi mismo. Estaba seguro que eran estudiantes erasmus, pero ¿de dónde eran? Yo, que solo sabía hablar en español y en inglés, creía que venían de Alemania, de Holanda…. porque era un idioma que sonaba, de alguna manera, similar. Vamos, que no entendía nada de nada. Pero todo se aclaró cuando llegó la hora. Supe que eran estudiantes flamencas, que hablaban en neerlandés (o flamenco) y que frietjes era el diminutivo de frieten que, por supuesto, eran las patatas fritas. ¿Las de toda la vida? No, estas estaban hechas de una manera especial.
Una freidora, mucho aceite y un poco de tiempo. Freír todo una vez, dejarlas reposar durante un tiempo, y volverlas a freír de nuevo es el truco para que queden tan ricas. Recordamos que las patatas fritas son muy típicas en el país belga y en Flandes, encontraréis sitios de comida rápida por todas partes, los llamados “frituurs” que las venden.
¡Están por todas partes pero no en todas partes están igual de ricas como en Bélgica! Así, a continuación, os cuento los tres puestos de frituras donde podréis comer las frietjes que más me han gustado desde que llegué.
De papegaai (Annonciadenstraat, 17)
“El loro” es una de las frituurs mejor valoradas entre los estudiantes e ideal para probar las patatas fritas con la salsa que prefieras. Pero calma, en esta frituur se toman su tiempo para cocinarlas. Eso sí, luego están buenísimas…
Un consejo: el tamaño pequeño es suficiente para dos personas. Abre todos los días excepto los sábados (puede cerrar a media tarde, de 3 a 5).
Bij Sint-Jacobs
La segunda frituur está más cerca del casco histórico, en una plaza conocida por sus fiestas de julio y los mercadillos de fin de semana: la plaza Sint-Jacobs. Como no podía ser de otra manera, esta frituur de dos plantas abre todos los días y te atienden rapidísimo, a veces hay más de cinco personas arreglando las patatas…
Un consejo: siempre que pidáis patatas fritas, podréis pedir una salsa para acompañarlas. Pedid siempre que os las pongan “on the side” (a un lado) para poder degustarlas mejor. A veces las patatas quedan completamente barnizadas y ya no sabes si has pedido patatas con salsa o salsa con patatas…
De gouden saté (Sint-Pietersplein, University Quarter)
¿Overpoort, os suena? Hay una frituur, en Sint-Pietersplein, que abre todos los días hasta las siete de la mañana y que es de las más famosas en Gante. Es muy pequeña, pero con mucha variedad. ¡Los trabajadores son muy simpáticos y te atenderán encantados!
Un consejo: la salsa joppiesaus (“/yupi/ sauce”) es totalmente recomendable, siendo una de las más típicas en Bélgica para combinar tus patatas fritas. La encontraréis en todos los puestos de comida rápida, es amarilla, tiene curry y… ¡está deliciosa!
¿Y tú, dónde has probado las frietjes? ¡Déjanos un comentario más abajo, nos encanta leer qué opinan nuestros lectores!
¡Y qué aproveche!